“La única forma de contrarrestar las realidades del país, es por medio de la oración”, P. Rigoberto Velásquez

La familia debe inculcar en la juventud, la constante oración en un mundo lleno de distracciones

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San Juan Bosco nos enseñó que “La oración es nuestra gran arma, pero, mientras no experimentemos una apremiante necesidad, es conveniente orar de forma continua, porque no se concibe que un hijo no quiera hablar con su Padre”, destacó este santo Patrono de los jóvenes. Y es que en este mes dedicado a la juventud, el Obispo Emérito de Choluteca, Monseñor Guido Charbonneau, comparte, que siguiendo ese consejo de San Juan Bosco, es importante que motivemos a los jóvenes a “platicar” con Dios. “Sepan jóvenes que Cristo es la respuesta a todos sus desafíos y retos que la vida les presenta”, expresó.

Familia

El Delegado de la Palabra de Dios, Virgilio Rodríguez, manifiesta que orar significa “atizar el fuego” de la fe del amor a Dios y los jóvenes son los grandes elementos que necesita la Iglesia para seguir encendiendo esas llamas, por lo que la familia juega ese papel principal para enseñarles a conversar con el Padre. Este servidor de la Iglesia, igual adiciona que “los padres de familia tienen esa misión de educarles, aprender la virtud de la paciencia que no significa que si le pedimos en oración algo a Dios, de inmediato nos va a escuchar. Debemos recordar esa frase tan popular que nos recuerda que ‘Dios tarda, pero no olvida’”. Julissa Peralta, Coordinadora de Infancia Misionera, es de la opinión que “Desde muy niños se les debe enseñar a tener ese espacio con el Creador y una de las formas de instruirles es por medio de cantos u otras dinámicas propias para este fin”. El Párroco de la comunidad Cristo Rey de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, Padre Rigoberto Velásquez, destaca que “entre más hacemos oración, más ganas tendremos de orar y en esta realidad que vivimos hoy en día, donde hay violencia e injusticias, la única forma de contrarrestar el mal es tener fe y perseverar que seremos escuchados”.

1 Impulso

Según Santa Teresita del Niño Jesús, la oración es un impulso del corazón, una simple mirada dirigida al cielo. “Es un grito de agradecimiento y de amor, tanto en medio del sufrimiento como en medio de la alegría”, nos recuerda esta santa mujer.

2 Encuentro

Por su parte San Agustín, nos aconseja que “La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre. Este no reza para dar a Dios una orientación, sino para orientarse debidamente a sí mismo. Dios, que te creó sin ti, no te salvará sin ti”.

3 Ensancha

Una santa que estuvo muy de cerca de los más necesitados, Santa Teresa de Calcuta, nos recuerda que “La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin Él, no podemos nada. Orar a Cristo es amarlo y amarlo significa cumplir sus palabras”.

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