Las figuras del Padre, Hijo y Espíritu Santo, son en la vida del cristiano una muestra sencilla que es posible encontrar mucho amor en la diferencia y en el sentido de la unidad. La Santísima Trinidad, es un misterio que no se explica a la luz de la razón, sino con ojos de fe.
Comprensión
A lo largo de la historia, se ha intentado explicar a la relación de las tres divinas personas, pero, afirma el padre Carlo Magno Núñez, rector de la Basílica de Suyapa, que el misterio de la Santísima Trinidad nos invita a aprender de esa comunidad de vida y amor que se interesa por nosotros. Núñez opina que “Esa comunión, más que entenderla, debemos vivirla en cada acción que realicemos y con ello, habrá que preguntarnos ¿Cómo está nuestra vida con los demás? Este misterio tan incomprensible para el hombre, ha de colocar el deseo de conocer más a cada persona, con su acción personal pero comunitaria.
Compañía
“La Santísima Trinidad nos dice que Dios no es soledad”, expresó el Cardenal Óscar Andrés Rodríguez, arzobispo de Tegucigalpa, al referirse a este misterio, agregando que “Dios es familia, comunión de amor, son tres personas iguales pero distintas y así es la familia, iguales en su dignidad”. La fe en este misterio es todo un programa para crecer en el amor afirma el purpurado hondureño, quien además aporta que “se nos enseña a comunicar amor a partir de esta creencia”. La presencia de la Santísima Trinidad en la vida de la Iglesia, se ha incrustado en cada proceso llevado, creando, redimiendo e impulsando.
1 Central
La Santísima Trinidad, es la centralidad de la fe y la vida cristiana ya que en ella evocan los inicios de la humanidad, la redención de los pecados y la acción impulsadora que sostiene a la Iglesia en la actualidad.
2 Claridad
Cada persona de este misterio trinitario, es Dios y hay que recalcarlo al momento de rezar, de celebrar los sacramentos o las fiestas de la Madre Iglesia, esto ayudará a comprender la comunidad formada.
3 Sacramentos
En la vida sacramental, la Santísima Trinidad tiene preponderancia, al santiguarnos, en la penitencia o en cualquier otro sacramento, hay presencia trinitaria que ayuda a conmemorar la liturgia que se celebra.
