La soledad, a menudo percibida negativamente, puede ser una herramienta poderosa para el bienestar personal cuando se maneja de manera constructiva. Sin embargo, también puede convertirse en una fuente de angustia y aislamiento si no se gestiona adecuadamente. En una sociedad cada vez más conectada digitalmente, la soledad ha emergido como un tema de creciente interés y preocupación. La percepción de la soledad varía enormemente; para algunos, es una oportunidad para la reflexión personal y el crecimiento, mientras que, para otros, puede ser una fuente de dolor y aislamiento.
Opiniones
El Padre Alberto Enamorado, Párroco de la comunidad Divina Providencia de Tegucigalpa, nos explica que la soledad es un estado del alma en la cual es producto de la ausencia de las personas o que simplemente una persona se siente solo como tal. El Presbítero se refiere a esto al afirmar que “cuando nos dejamos acompañar en nuestra soledad tendremos resultados tanto buenos como malos, la soledad nos hace entrar a la intimidad con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo”.
La joven Nadia Guardado, miembro del grupo juvenil “Dios Amor y Vida”, de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, también se refiere al tema de la soledad al decir que “es el momento donde nos aislamos o nos desconectamos de los demás; no necesariamente de forma física, porque puede que estemos muy rodeados de personas, pero sentirnos solos. La soledad es una experiencia emocional muy bonita, aunque dolorosa. Como personas y seres humanos que somos siempre buscamos la compañía de más personas para sentirnos bien y acompañados, pero no siempre esto resulta bien pues creamos dependencia de personas y cuando ellas ya no están nos inunda la tristeza”.
La soledad es una experiencia profunda y, a menudo, desconcertante. En esos momentos en los que el silencio y la ausencia parecen envolvernos, es fácil sentirnos perdidos y aislados. Sin embargo, es en estos períodos de aislamiento donde podemos descubrir una conexión más profunda y significativa.
¿QUÉ BENEFICIOS TIENE APRENDER A ESTAR EN SOLEDAD?
Cuando aprendes a valorar la soledad, aprendes a ser feliz contigo mismo. Dejas de depender y de poner en manos de otras personas tu felicidad. Eres feliz por ti mismo y podrás estar o no en pareja o grupos de amigos, pero eso no afectará a que te sientas solo o no.