Cada 15 de octubre la Iglesia recuerda la memoria litúrgica de Santa Teresa de Jesús, quien nos propone la oración como trato de amistad con Jesús, ella nos dejó las moradas del castillo interior para darnos a entender la grandeza de la persona humana.
Moradas
Santa Teresa de Jesús nos brinda siete moradas: En la primera insiste muy fuertemente en la interioridad, para que nos demos cuenta de que Dios habita en cada uno. En la segunda nos habla de una lucha, aquí nos enfrentamos a la gran tentación de querer volver atrás, a la vida que llevábamos. Mientras que en la tercera morada nos habla de la prueba, donde debemos tener la capacidad de poder soltar las ataduras de la vida. A la cuarta morada le llaman morada bisagra, porque es una mezcla de elementos entre lo natural y lo sobrenatural, entonces vienen los gustos y deleites de esta vida, con el riesgo de quedarse sencillamente con eso. Avanzamos en la quinta morada; la unión, que es el renacimiento del alma, aquí Santa Teresa nos dice que se requiere morir a la vida que uno ha llevado y renacer hacia la nueva vida, que es la vida en Cristo. En las sextas se va dando un paso más grande refiriéndose al desposorio, se entiende desde el término nupcial como todo lo que está dispuesto a hacer el esposo por su esposa y viceversa, haciendo alusión a lo que está dispuesta a hacer el alma del ser humano por Dios. Y en las últimas moradas el alma ya está plenamente unida a Dios transformada en Él, es decir, se ha dado un cambio total, una conversión plena.

Párroco P. Santa Teresa de Jesús
“Para llegar a esta unión perfecta con Dios se exigen esfuerzos personales y procesos, a eso se refiere precisamente Santa Teresa en las moradas del castillo interior que nos regaló”

Catedrático de la UNICAH
“Las moradas de Santa Teresa de Jesús nos pueden servir en nuestro crecimiento espiritual para ir transformando muchas cosas en nuestra vida cotidiana y nuestra relación con el prójimo”

Monasterio San José de Carmelitas Descalzas
“La clave está en ser fieles, obedientes a lo que vamos aprendiendo en este trato de amistad con Dios, que nos lleva a relacionarnos con nosotros mismos, con Dios y con los demás”
Reseña biográfica
Santa Teresa de Ávila falleció el 15 de octubre de 1582. Fue canonizada en 1622 por el Papa Gregorio XV y declarada Doctora de la Iglesia por San Pablo VI en 1970. Fue la fundadora de la Orden de las Carmelitas Descalzas y reformadora de la vida religiosa. En virtud al nombre que adoptó al consagrarse, también se le conoce como Santa Teresa de Jesús.
“Santa Teresa de Jesús es verdadera maestra de vida cristiana para los fieles de todos los tiempos, nos enseña a ser testigos incansables de Dios”
Benedicto XVI
Papa