En tiempo de Cuaresma, la oración se convierte en una práctica fundamental para millones de fieles alrededor del mundo. Este período litúrgico, que precede a la Semana Santa, es visto como un tiempo de reflexión, penitencia y preparación espiritual para la celebración del Misterio Pascual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Para entender la importancia de la oración en este tiempo especial, conversamos con diferentes personalidades religiosas y formadores espirituales. Amílcar Zelaya, formador de jóvenes, destaca la relevancia de la oración en estos 40 días como un medio para fortalecer la relación personal con Dios. “La Cuaresma nos invita a detenernos, a mirar nuestro interior, a reconocer nuestras debilidades y a acercarnos a Dios con un corazón contrito y humilde”, señala Zelaya y además agrega que “la oración nos ayuda a abrirnos a la gracia de Dios y a recibir su misericordia”.
La Hermana Religiosa Rubenia Sánchez, Misionera del Sagrado Corazón de Jesús, coincide en esta visión. Para ella, la oración en Cuaresma es un tiempo privilegiado para profundizar en la fe y cultivar una mayor intimidad con Dios. “A través de la oración, nos acercamos al misterio de la Pasión de Cristo, meditando en su sacrificio por amor a la humanidad”, explica y también destaca que “es un momento para renovar nuestro compromiso con el Evangelio y para vivir de manera más auténtica nuestra vocación cristiana”.
Constancia
Mélida Valladares, quien es guía de la agrupación Talleres de Oración y Vida, aporta una perspectiva práctica sobre la oración en Cuaresma. “Este tiempo nos ofrece la oportunidad de profundizar en nuestra vida espiritual a través de la práctica de la oración”, comenta Valladares y al mismo tiempo apunta que “en los talleres de oración, enseñamos técnicas y métodos que ayudan a las personas a cultivar una vida de comunicación con Dios más rica y significativa, permitiéndoles experimentar la presencia viva del Padre en sus vidas”.
El Papa Francisco, ha enfatizado repetidamente la importancia de la oración en la vida de los fieles, especialmente durante la Cuaresma. En sus mensajes, el Papa exhorta a los creyentes a dedicar tiempo diario a la oración, la meditación de la Palabra de Dios y la participación en los sacramentos, como el de la Reconciliación. Según el Vicario de Cristo, la oración nos ayuda a fortalecer nuestra fe, a discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas y a vivir en coherencia con el Evangelio.
El Obispo de Roma hace un llamado directo al decir “Es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo. Por eso la oración, la limosna y el ayuno no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan. Entonces el corazón atrofiado y aislado se despertará”.
1 Caminar
En el mensaje de Cuaresma de este 2024, el Santo Padre nos recuerda que estamos en sintonía Sinodal y sugiere que la Cuaresma sea también un tiempo de decisiones comunitarias, de pequeñas y grandes decisiones a contracorriente, capaces de cambiar la cotidianeidad.
2 Transformación
Durante estos cuarenta días se nos recuerda que en la medida en que este tiempo sea de conversión, entonces, la humanidad extraviada sentirá un estremecimiento de creatividad. “El destello de una nueva esperanza”, nos recuerda el Papa Francisco.
3 Acciones
De igual forma este tiempo de reflexión nos llama a poder estar cerca de los demás. “En Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido”.