La Vigilia Pascual es la fiesta que nos recuerda el destino definitivo de los cristianos: la resurrección. Significa renovar el acontecimiento más grande que el hombre está llamado a vivir. La resurrección es la mayor experiencia de plenitud que se puede vivir, de manera que, ninguna realidad que el hombre encuentre en esta vida, por más bonita, placentera o emocionante que parezca, nada puede asemejarse a la alegría que la resurrección nos causa. Solo el corazón que experimenta la resurrección es plenamente feliz.
Cuando hablamos de alegría, se trata en el momento en que Cristo en realidad ha vencido la muerte, resucitando al tercer día según lo dice la Escritura. En el credo de los apóstoles creemos y profesamos nuestra fe al decir que Jesucristo descendió a los infiernos, pero al tercer día resucitó entre los muertos, es por ello, que todo el amor de Dios se resume en vencer la muerte como perdón de los pecados.
Redención
El Párroco de la comunidad de Cristo Rey de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, el Padre Rigoberto Velásquez, menciona que cuando se usa la palabra redención es hablar, culmen del perdón de los pecados y el vencimiento de todas las ataduras, es el amor de Dios en su máximo esplendor manifestado en su Hijo.
Liturgia
La riqueza de la Palabra que celebra el día de la Vigilia Pascual da un amplio esquema de la historia de la salvación, se comienza con el libro del Deuteronomio desde que Dios creó toda la naturaleza y al hombre a imagen y semejanza, se habla de los patriarcas como Moisés y Abraham. Da un paso por los profetas quienes mencionan de la alianza y la riqueza que Dios da a su pueblo y se trasladan al Nuevo Testamento donde se destaca el libro de los Romanos y recuerda la importancia del Bautismo para culminar con el relato evangélico en que Cristo ha resucitado de entre los muertos ha vencido la muerte.
Tras conocer el paso del Señor a través de la historia de la salvación, debe ser el paso por la vida de cada persona testigo de la luz, del lucero de la mañana que nace de lo alto y que ilumina a los corazones que viven en tinieblas. El feligrés de la parroquia San Juan Bautista, Ángel Cadenas, menciona que la misión más importante es anuncia con alegría que realidad Cristo ha resucitado.