La Navidad nos invita a pensar con alegría en nuestros familiares que ya viven en el cielo

Aunque el duelo se acreciente en este tiempo, no debemos de recordarles con tristeza mucho menos sumirnos en la desesperanza.

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En diciembre, en medio del bullicio comercial y la verdadera alegría que debe traer este tiempo al conmemorar el nacimiento de nuestro Señor Jesús, los hogares también se llenan de nostalgia al recordar a aquellos familiares que han partido y que han dejado un vacío en los corazones de sus seres amados. Pero ¿Cómo se debe vivir la Navidad sin caer en la tristeza o en el peor de los casos la depresión, sabiendo que aquellas personas que formaron parte de nuestra vida ya no están porque fueron llamadas por el Señor?

El Padre Santos Pablo Vásquez, Párroco de la comunidad San Martín de Porres, opina que este tiempo siempre nos hace traer a nuestra memoria a los familiares difuntos. “Tenemos que recordarlos con alegría, porque la esperanza cristiana inicia con el nacimiento de nuestro Señor que se hace carne por cada uno de nosotros para poder asumir nuestro dolor”. El Padre Pablo también agrega que, en este Adviento, “la luz que se va encendiendo domingo a domingo y que se completa en la noche de la Navidad, nos recuerda que Cristo es capaz de iluminar cualquier oscuridad, incluso la de la muerte”.

El presbítero también es del criterio que “a nuestros familiares hay que recordarles con alegría, con esperanza y dar gracias a Dios. El hecho que se nos han adelantado, no significa que les hemos perdido”. Finalmente, el sacerdote expresa que si bien es cierto se han adelantado, pero que en Navidad debemos de sentirles que están cerca, recordando lo convivido y compartido con ellos, y que un día, en vigilante espera, deseamos volver a verlos.

José Moncada, feligrés de nuestra arquidiócesis, perdió a su madre hace dos años, pero él dice que este tiempo es propicio para recordarla con amor y agradecimiento. Moncada considera que la fórmula para poder vivir una Navidad en paz y felicidad, es acercarse al Creador. “Es difícil perder a un familiar, pero yo me aferré a Dios y cada año tratamos de recordarla con cariño, revivimos sus enseñanzas, siempre recordando que debemos vivir en paz apegados al dueño de la vida”, finalizó.

CLAVES

1 Duelo

La psicóloga Kenia López explica que cuando ha existido la pérdida de un familiar y hay un duelo no resuelto este se reactiva con más fuerza en la Navidad y se puede aumentar los niveles de depresión, ansiedad y angustia, ya que esta es una época de unión y alegría que produce cambios en las emociones.

2 Afrontar

A criterio de la especialista, las familias que pasan una situación como esta, no deben de suspender las celebraciones de Navidad, porque evitaría que la persona afronte lo que está sintiendo. Lo mejor es que previamente se reúnan y lleguen a un acuerdo de cómo lo quieren celebrar y qué es lo que van a hacer.

3 Recordarles

La psicóloga López manifiesta que se puede recordar al familiar con algo que a él o ella les gustaba hacer, además se debe hablar con los más pequeños de la casa, para saber cómo se sienten y qué les gustaría hacer en la celebración, porque ellos sufren también al perder a un ser querido.

DATO

5 Etapas del duelo se han identificado por parte de los especialistas en psiquiatría estas son: Negación, irá, negociación, depresión y aceptación.

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