La Iglesia reafirma su compromiso con la solidaridad ante las emergencias climáticas que afectan al país. Las constantes lluvias han dejado comunidades enteras en situación de vulnerabilidad, con pérdidas materiales y humanas que demandan una respuesta inmediata. Es por ello que, enfatizan la necesidad de un apoyo colectivo para restaurar la dignidad de los afectados, al tiempo que invitan a la ciudadanía a unirse en el cuidado de la “Casa Común” y en donaciones concretas.
Consecuencias
Marizela Turcios, coordinadora de Cáritas Suyapa, atribuye las inclemencias del tiempo al descuido ambiental. “Las constantes lluvias y las condiciones naturales en general nos están pasando factura por el mal trato que los humanos le hemos dado, por no haber cuidado la Casa Común”, afirmó. Turcios hace un llamado urgente a la acción desinteresada: “Nuestro llamado es a que hagamos un verdadero y desinteresado compromiso con el cuidado de la naturaleza y con la solidaridad de nuestros hermanos afectados. Lo mucho o poco que podamos compartir llegará a las familias que más necesitan en esta situación”.
Acciones
En la parroquia Salvador del Mundo, el Padre Juan Enrique Martínez describe el impacto directo en una de las zonas más golpeadas. “Una de las comunidades más afectadas en esta parroquia es la comunidad de Santa Rosa de Lima, de Río Abajo, donde tenemos contabilizado alrededor de 60 familias damnificadas, con un total de al menos unas 180 personas entre hombres, mujeres y niños que lo perdieron todo”, relató. El sacerdote destaca el apoyo inicial recibido, pero insiste en su insuficiencia: “Gracias a Dios hemos tenido el apoyo de la mayoría de las personas de la parroquia y de otras instituciones que han estado donando ropa, insumos, comida y hemos hecho la asistencia necesaria, pero aún todavía no es suficiente”.



“Honduras nos necesita. Digamos presente y recordemos que la Dignidad Humana nos une”
Marizela Turcios
Coord. Cáritas





