En medio de los desafíos políticos que se viven en muchas partes del mundo, incluyendo países cercanos como Venezuela, la Iglesia Católica alza su voz en defensa de la unidad familiar. Durante el mes del matrimonio y la familia, la Iglesia en Honduras hace un llamado especial para que las familias no se dejen dividir por las tensiones políticas y busquen la paz en medio de la turbulencia.
El Padre Noé Briceño, Párroco de la comunidad Espíritu Santo en la Diócesis de Choluteca, reflexiona sobre cómo los conflictos políticos pueden afectar a la sociedad, pero especialmente a las familias. Según él, es crucial que como sociedad busquemos un renacimiento y no permitamos que las ideologías políticas nos separen. El Padre Briceño, subraya la importancia de ir más allá de las ideologías y de usar el sentido común, la verdad y la justicia para superar los desafíos que enfrentamos. El presbítero advierte que “no podemos ser parte de un sistema al que nos hemos acostumbrado. Como sociedad y familia, no podemos acomodarnos a una realidad que parece cíclica, donde a cada cambio de gobierno parece lo mismo; solo cambian las banderas”.
Conversión
Además, el Padre Briceño hace un llamado a la conversión personal y política, enfatizando que aquellos que participan en la vida política deben hacerlo con el bien común en mente, dejando de lado la ambición y el deseo de acumular poder.
Finalmente, insta a las familias hondureñas a mantenerse unidas y a no permitir que las divisiones políticas las afecten. La familia, más que nunca, debe ser un refugio de paz y un lugar donde prevalezca el amor y la comprensión. El mensaje de la Iglesia en Honduras es claro: la familia debe ser un espacio de unidad y paz, alejado de las tensiones políticas que sacuden al país y al mundo, esta unidad familiar es clave para lograr una sociedad más justa y solidaria.
