A través de la resurrección de Jesucristo, todos los pecados y ataduras quedan rotas, sin embargo, el sufrimiento que da al ser humano una enfermedad debilita o fortalecen la fe de la persona quien la sufre, tal como el camino de la cruz del hijo de Dios hacia el Gólgota. El Papa Francisco constata que “Hay dos palabras que, cuando algunos hablan de enfermedades terminales, las confunden: incurable e incuidable. Y no son lo mismo”. “Curar si es posible, cuidar siempre”, afirma el Pontífice haciendo referencia a Juan Pablo II en el video mensaje que dirige a cada creyente, a través de la Red Mundial de Oración del Papa.
Caminar
Por su parte el Padre Santos Pablo Vásquez, Párroco de la comunidad San Martin de Porres, dice que “Somos peregrinos en esta tierra, pero somos conciudadanos del Reino de los Cielos. Entonces no podemos apegarnos tanto a estas realidades materiales que existen, estamos llamados a una vocación superior, y nuestro sufrimiento, a veces o muchas veces, puede ser también un camino de redención”.
Victoria
La Resurrección es ese hombre nuevo que ahora ha podido vencer y sometido a todos sus enemigos, incluso a la muerte, y disfruta ahora en la compañía y la presencia de su Señor. Claro que en el momento actual o presente no es fácil de entender esta verdad, pero es la esperanza la que estamos llamados. Por eso, previo a la celebración de la Pascua, se realiza un fuerte apoyo a la acción social a través de Caritas, un grupo de hombres y mujeres que llevan alegría a ancianos y enfermos con su ayuda, resucitando sus cansadas vidas, con la entrega de víveres, paquetes de prendas de vestir y la Buena Noticia de la Resurrección, elementos que son signos de que la Madre Iglesia los acompaña en su vejez o padecimientos de salud.
El Padre Santos Pablo, concluye e invita a los enfermos, que su enfermedad sea una oportunidad para conocer más al Señor, para entender qué puede ser también su camino de Cruz, de pasión sea para alcanzar también algo más grande que el Señor ha preparado para ellos.
