A pocos días de celebrar la solemnidad de Cristo Rey que nos evoca el final de un año litúrgico y la preparación para uno nuevo, el tema sobre la llegada del Reino de los Cielos está muy presente, especialmente para muchos con un tinte “apocalíptico” que esperan los “últimos días”.
Sentido
Eduardo Ramos, integrante del Instituto de Doctrina Social de la Iglesia, explica que el fin de un tiempo litúrgico, representa realmente no el fin de un año, sino el encuentro de dos momentos, uno de finalización de un encuentro con el amor del Señor y una renovación de nuestro Espíritu. “Quizás hasta el final, nos damos cuenta que Él ha estado en todo momento, y en segunda, un Kerigma que se nos anuncia cada inicio de un nuevo tiempo, y por el cual escatológicamente deberíamos sentirnos interpelados y llamados a iniciar un recorrido diferente”.
Escatología
La escatología es una de las ramas de la teología que estudia lo que existe tras el término de la vida terrena, teniendo en cuenta, que, para un católico, la vida no acaba con la muerte. El presbítero Juan Martínez, explica que la escatología cristiana está muy presente en todo lo que hacemos. “Recordemos que nosotros hemos recibido una promesa del Señor, la salvación y que el Reino del Señor ya está entre nosotros. Por eso la escatología cristiana significa eso, el ya del Reino pero que todavía no está en plenitud”, dijo. Para el sacerdote, la escatología no es más que seguirse preparando en este camino, en este sendero, configurándonos con Cristo. “Recordemos el libro del Apocalipsis, que es un libro de esperanza cristiana, de las comunidades cristianas que estaban siendo perseguidas, es un mensaje de esperanza”, puntualizó.
La segunda venida del Señor es uno de los temas que aborda la escatología y que nos permite entender que, más que esperar la llegada gloriosa de Cristo, tendremos nuestro encuentro definitivo al dejar nuestra vida terrenal.