Construida hace 17 años, la capilla congrega a locatarios y a la comunidad que rodea el famoso mercado San Pablo.
Privilegio
El testimonio de Elena Vásquez, locataria de este establecimiento, tiene que ver mucho con la fe y devoción para con el santo patrono de este lugar de oración, ella expresa que “Estoy muy satisfecha, porque Dios me ha elegido para servir en la capilla de San Sebastián, él para mí es una experiencia increíble, colocándome tantos recursos para poder ayudar”. Vásquez, comparte que “uno a veces no cree que está haciendo el bien, pero es la intercesión de San Sebastián la que nos da la fuerza para seguir sirviendo”. Los dueños de puestos en este mercado, son los encargados del cuidado de la capilla, acompañados espiritualmente por las Parroquias Cristo Rey y Santa Cruz.
Servicio
Esta ermita es muy peculiar, ya que San Pablo es el que patrocina el establecimiento, pero San Sebastián es quien preside la capilla. Lilian Zúniga, comenta que “Servir a un mártir como San Sebastián y más porque lo tenemos en el mercado me llena de mucha satisfacción, porque son experiencias que me han ayudado a crecer a diario”.
El fervor de acudir a la intercesión del santo, se denota en los favores concedidos, así lo detalla Durón, quien sostiene que “cuando me siento en momentos débiles y oscuros, acudimos a él, encontrando siempre su compañía”. Cada semana, se celebra la Santa Misa y a lo largo del año litúrgico con énfasis en los tiempos fuertes, se realizan actividades pastorales para el crecimiento personal y comunitario.