En este tiempo de recogimiento espiritual, la familia está llamada a ser la promotora de la conversión, esto a la luz del pasaje del evangelista San Lucas en su capítulo 15, donde se relata la parábola del Hijo Pródigo, la que plantea como el menor de dos vástagos, reconoce los errores cometidos, al gastar la parte de la herencia que le tocaba; este recapacita y vuelve a su hogar, para ser recibido por los brazos misericordiosos de su padre, que lo esperaba sin condiciones.
Humildad
Para el asesor familiar, Roger Martínez, debe influir la actitud de cada miembro de la familia al ser capaces de reconocer sus defectos y debilidades, con esto se propiciará un ambiente de comprensión hacia los demás para perdonar. Martínez, acota que “Para llegar a esa actitud de humildad, se debe de dejar la soberbia a un lado. A nadie le gusta admitir que se ha equivocado y por nuestro egoísmo esperamos que los demás nos traten bien, que otros si pidan perdón, pero en nuestro interior no cedemos a tener esa disposición”.
En este tiempo que la Iglesia exhorta a la conversión, se puede proponer un momento de oración familiar por la tarde, donde estén todos juntos. Esta puede ser la oportunidad para acercarse más a Dios. Que todos en el hogar realicen algún sacrificio, motivado por la parroquia o como parte de retos cuaresmales, donde se ayude a los más necesitados. Estas prácticas encaminan de buena manera hacia la Pascua.
Importancia
De acuerdo con el presbítero Cecilio Rivera, vicario de la Basílica de Suyapa, el perdón en la familia contribuye a tener mejor comunicación, se crea un espacio adecuado para la convivencia y la fraternidad, además de fomentar el crecimiento espiritual. El sacerdote destacó que “Perdonar es un regalo que se da en el núcleo familiar, por ser esa primera escuela donde se aprende a pedir permiso, dar gracias y pedir perdón”. El padre Rivera ejemplificó que “la oración del Padre Nuestro donde pedimos perdón por nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden, es una forma de poder acercarnos a los demás”.