A pocos días de conmemorar la fiesta de los catequistas, es importante re- conocer la labor que desde este ministerio se hace a favor de la evangelización, sobre todo cuando nuestra niñez y juventud se ha visto inmersa en las redes sociales y todo lo que tiene que ver con la tecnología. En algunas ocasiones, es- tas herramientas han sido arma de doble filo, porque nos alejan de Dios, pero también han sido utilizadas para transmitir la fe y lo pudimos comprobar en tiempo de pandemia, cuando nos vimos obligados a brindar la catequesis de manera virtual.
Formación
A criterio del Padre Dimas Rivera, director de la catequesis en la Arquidiócesis de Tegucigalpa la tecnología solo es uno de tantos desafíos, y por eso el primero que se debe actualizar con la era digital es el catequista “El catequista debe tener el deseo de formarse en lo básico de la tecnología, porque nosotros sabemos que comunicar a través de un mensaje televisivo, de una plataforma virtual que tanto gusta a las nuevas generaciones tiene un impacto tremendo, si lo sabemos utilizar, pero es ahí donde muchas veces nos encontramos con la limitante para hacer comunicadores del Evangelio”. Partiendo de esta exigencia, Ana Lanza, coordinadora arquidiocesana de la Catequesis nos recuerda que el numeral 360 del Directorio para la Catequesis se refiere a como el internet y las redes sociales constituyen una extraordinaria oportunidad de diálogo, de encuentro, de intercambio entre personas, así como de acceso a la información y al conocimiento.
Misión
Según su experiencia, Dilma Murillo, asegura que la misión del catequista es hacerle ver a los catequizandos, que son valiosos e irrepetibles ante los ojos de Dios, y motivarlos a pedirle a Él la fortaleza espiritual para saber usar las herramientas tecnológicas que les ayude a desarrollar habilidades que sirvan para conocer más de la Palabra de Dios y compartirla con sus amigos, así como lo hizo el Beato Carlos Acutis.