Durante seis semanas hicimos un recorrido conociendo algunos enemigos que atacan a la célula básica de la sociedad, la familia y que hacen que esta tambalee, pero también descubrimos que, si existe Dios en medio de ella se podrá hacer frente a todos estos retos como: la falta de comunicación, los celos, la mentira, la infidelidad, el manejo de la economía y la falta de tiempo en pareja, pero ¿Qué ocurre cuando en un hogar se experimenta la ausencia del ser superior que permitió la unión matrimonial? ¿Qué norte se sigue si no se experimenta esta presencia?
Marcela Fortín, especialista en temas de familia, nos comenta que “Cuando no se vive la fe en casa y cuando se saca a Dios del corazón, no hay una base en la cual se fundamente la actuación de cada uno de los miembros de este grupo tan importante. Cuando todos se van alejando de Dios, el alma se va enfriando, se debilita el amor entre los esposos, la relación de padres a hijos, de hijos a padres y es allí cuando vienen un sinfín de dificultades”.
Y es que, en estos tiempos, debemos de aprender de los ejemplos que nos brindan parejas que incluyen a Dios desde el principio de su unión. Glenda y Alexis Quiroz, son un matrimonio que lleva ya 30 años de historia. “En un hogar donde no es Dios el centro, se vive un descontrol. Muchas veces allí ahonda la infidelidad, la mentira, el maltrato hacia la esposa, los hijos o viceversa. Se da prioridad a los amigos, los vicios y todo lo que le pueda ofrecer el mundo. Esto conlleva a cometer un pecado tras otro hasta hacerlos ya una costumbre” dijo Glenda.
Mientras tanto, su esposo Alexis, considera que “Cuando una pareja se une, la Iglesia nos enseña que se convierte en una sola carne, una sola persona. ¿Qué sucede cuando se está sin Dios? Cuando no se está con Él, el mundo es el que le indica cómo actuar y qué hacer. Una pareja que está en el mundo, es una pareja dividida en donde la esposa se comporta según ella cree y toma sus acciones probablemente con resentimiento, sin amor y sin misericordia a su esposo y el hombre por su lado cree que él es el que provee y entonces tiende a pensar que la esposa debe estar dispuesta a atenderle”.
Comunicación
El Padre Luís Enrique Gutiérrez, Párroco de la comunidad Santa María Reina de Comayagüela, manifestó que una familia que se aleje de Dios tiene fuertes consecuencias como la tristeza, la frustración, el desánimo y el desaliento. El presbítero añade que “El estar cerca del Padre nos trae alegría, gozo y paz, que a pesar de que vengan dificultades y muchos problemas, con Él en el centro de la vida familiar, se buscan soluciones a los conflictos”.
El Padre Gutiérrez también es del criterio que “cuando una familia se aparta de Dios, viene el sin sentido de la vida y vemos como se distancian por problemas que pudieron haber tenido solución”. El sacerdote finaliza aconsejando que “la forma más fácil de estar cerca de Dios es la oración. Es necesario que las familias se unan con Él, porque de lo contrario se buscarán siempre culpables a los problemas”.