Son muchos los hondureños que aprovechando la fiesta de “La Morenita”, logran agenciarse algunos fondos, convirtiéndose en bastiones para sus familias y así lograr mejoría en su calidad de vida, por lo que, en la experiencia de visitar la mítica e histórica aldea de Suyapa, lugar donde se propagó la veneración por la Patrona de Honduras, debemos tener la conciencia que, con la visita, se da un espaldarazo al comercio local.
Generacional
Con la llegada de la feria en honor a la Virgen de Suyapa, hay muchos puestos de souvenirs, de comidas o de artículos religiosos, que cuentan con amplia trayectoria de ofrecer sus productos en la famosa aldea de Suyapa, uno de ellos es el puesto que lidera Glenda Juanes, quien día a día se levante muy temprano para poder atender a turistas y locales buscando piezas religiosas como cuadros, camándulas o velas, ella afirma que “Es un verdadero privilegio porque quién no quisiera vivir en la zona y tener muy cerca a la Virgen de Suyapa, es una bendición”. Juanes, quien dirige este puesto que tiene más de 80 años en la plaza del Santuario Pequeño, expresa “le pido a la Virgencita me dé fuerza cada día para levantarme por mis hijos y mucho más siendo la cabeza de la familia, para seguir adelante”.
Peticiones
Además de ser emprendedores, se percibe mucha fe y devoción en cada uno de estos hondureños, quienes con fe y sobre todo con esperanza piden a la Patrona de Honduras, que las ventas transcurran bien; Glenda Juanes, pide para esta feria “Que nos vaya bien a todos y que la feligresía que venga a visitar a la Virgen, lo hagan con mucha fe y confianza de que ella es la mejor intercesora, como vendedores, también pedimos éxitos para nuestras ventas”. El complejo que conforma la aldea de Suyapa, es un lugar ideal para el turismo religioso, comprendiendo que además de celebrar y manifestar la fe, es posible degustar de exquisitos platillos, adquirir recuerdos de calidad y apoyar a cada emprendedor que lucha por brindar lo necesario para sus familias.