Más de dos mil jóvenes se hicieron presente en la Jornada Nacional Juvenil de Ramos que, este año, en la Arquidiócesis de Tegucigalpa, se trasladaron para el municipio de Talanga, al norte de Francisco Morazán. La actividad comenzó en el campo de fútbol de la comunidad Río Dulce, de este municipio conocido por su calidez y buen trato con los visitantes. En punto de las 8 de la mañana, llegaron estos jóvenes junto a un nutrido grupo de sacerdotes que les acompañaron en todo el recorrido.
En esta peregrinación, también participó Monseñor José Vicente Nácher Tatay CM, arzobispo de Tegucigalpa, que desde temprano llego al lugar y estuvo muy cercano a los jóvenes. Al verlo, los chicos y chicas de los grupos juveniles, no dudaron en acercarse para tener una fotografía con el recién nombrado arzobispo, que gustosamente acepto.
Esta actividad comenzó con la bendición de los ramos, a cargo del Arzobispo de Tegucigalpa, que luego, acompañó a los jóvenes durante todo el recorrido. Salieron desde Río Dulce, ubicado a un poco más de seis kilómetros de la sede parroquial en el centro de Talanga. Durante este recorrido, se realizaron cantos, porras, se gritaban lemas, popurrís y también se rezaba. Los jóvenes iban siendo testigos de la presencia de Dios en esta manifestación pública de fe.
Durante este recorrido, se tuvieron tres signos, los cuales hicieron reflexionar a los jóvenes durante el camino. El primero contenía dos escenas, inspiradas en los misterios del Santo Rosario. Un segundo signo invitó a los jóvenes a cuestionarse sobre lo que harían por el Señor y posteriormente, se les invitó a quitarse los zapatos para recorrer el signo, concluyendo con un abrazo. El último signo reflejaba varias realidades que atentan contra la juventud, como ser las drogas, el alcohol, el desenfreno y el abuso de las redes sociales. Todos estos signos fueron pensados para crear una consciencia crítica a la juventud, de como está aprovechando su tiempo.
Al llegar a la plaza central de esta ciudad, frente a la sede parroquial en honor a San Diego, los jóvenes tuvieron un momento de animación y luego se dispusieron para vivir la Santa Eucaristía. En su mensaje, Monseñor José Vicente recalcó el sí a Dios, a la Iglesia y a la vida. “Que nadie los desprecie por ser jóvenes y que todos vean en ustedes la esperanza” les enfatizó.
Usted puede revivir toda esta peregrinación ingresando al link de Youtube aquí abajo para disfrutar nuevamente de esta fiesta juvenil en donde los chicos y chicas de la Arquidiócesis de Tegucigalpa ha hecho lío.