Sobreviviente del Concilio Vaticano II, Monseñor José de Jesús Sahagún de la Parra es el obispo más longevo del mundo. A sus 103 años de edad, todavía celebra la Santa Eucaristía.
Monseñor nació en Cotija, Michoacán, México, en 1922, donde creció hasta convertirse en sacerdote. Su ordenación como cura fue el 26 de mayo de 1946. Quince años después, el Papa Juan XXIII lo nombró obispo de la Diócesis de Tula, en el estado de Hidalgo, un hecho histórico, ya que fue precisamente en este lugar donde nació la Diócesis.
Durante 24 años, Monseñor Sahagún fue un pilar fundamental en dicha diócesis. Sin embargo, en 1985, San Juan Pablo II lo nombró obispo de la Diócesis de Lázaro Cárdenas.
En 1993, después de un largo servicio, se le concedió el retiro y regresó a su tierra michoacana para pastorear una comunidad emergente. También fue responsable de la construcción del Seminario Mayor “El Huerto”, que comenzó a impartir clases en 1964.
Según el medio católico internacional ACI Prensa, el centro de su vida es la Eucaristía diaria que celebra y el contacto constante con la gente, lo que le permite mantener una actitud alegre incluso a sus 103 años.