Honduras participa en el primer encuentro regional de la Zona CAMEX

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En un contexto marcado por la inestabilidad política, la desigualdad económica y una creciente crisis migratoria, la Iglesia en la región CAMEX (México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Nicaragua y Panamá) continúa desempeñando un papel fundamental como voz profética y agente de cambio social. Un reciente informe del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) ofrece una radiografía de la situación en estos países, resaltando las principales preocupaciones y desafíos tanto en el ámbito secular como en el eclesial.  

La delegación de Honduras la conformó Monseñor Teodoro Gómez, Obispo de Danlí, Padre Emigdio Duarte, secretario general de la Conferencia Episcopal de Honduras, la hermana Laura Sierra de la Comisión Nacional de Pastoral, Sabas Adali Portillo, de Caritas Choluteca y Marco Cálix por parte de Suyapa Medios.

Participación

En esta experiencia y compartir se contó con la participación de la delegación de Honduras conformada por: Monseñor Teodoro Gómez, Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.), el Padre Emigdio Duarte, secretario de la C.E.H., Sabas Portillo de la Pastoral Social Cáritas Choluteca, la hermana Laura Sierra, coordinadora de la Pastoral Nacional y Marco Cálix, coordinador del Semanario FIDES y enviado por parte de los medios de comunicación. 

Fragilidades

Los procesos electorales en El Salvador, México, Panamá, Guatemala y en Honduras, han puesto en evidencia la fragilidad democrática de la región. Aunque la alternancia en el poder sigue presente, la pérdida de confianza en las instituciones, la polarización ideológica y la corrupción han debilitado los fundamentos democráticos.  

De parte del Secretario General del CELAM,Monseñor Lizardo Herrera, se quiere que con este encuentro se puedan visibilizar más las acciones de este consejo para erradicar o tener injerencia para hacerle frente a estas realidades. “Nosotros queremos seguir caminando en clave sinodal y en este año de la esperanza, queremos tomar el ejemplo de los discípulos de Emaús, quienes reconocieron a Jesús al partir el pan, pero no se quedaron con eso para si mismos, sino que fueron a decirlo presurosos, así que lo que esperamos que al salir de aquí, es que fortalezcamos las acciones pastorales para hacerle frente a estas realidades que son muy comunes en toda la región”, manifestó el prelado.

El caso de Nicaragua es especialmente alarmante, con un Estado que ha roto relaciones con la Iglesia, expulsado a sacerdotes y religiosos, y cerrado instituciones católicas como la Universidad Centroamericana. Por este motivo no se contó con la presencia física de los delegados de este país, pero si participaron de forma  virtual, espacio que les sirvió para que también su voz sea escuchada en la region.

Desigualdades

Si bien países como México y Costa Rica muestran indicadores positivos de crecimiento económico, la realidad es que este desarrollo no alcanza a toda la población. La pobreza sigue afectando a un quinto de la población en muchos países de la región, y en Panamá se reporta un 20% de ciudadanos en situación de miseria debido a la falta de empleo.  

La precariedad laboral y la falta de oportunidades han impulsado un aumento en la migración. Miles de personas, especialmente jóvenes, abandonan sus países en busca de un futuro mejor, generando una crisis humanitaria que impacta tanto en los lugares de origen como en los países de tránsito. La selva del Darién, en Panamá, se ha convertido en un corredor de migrantes, donde muchos enfrentan condiciones extremas, violencia y trata de personas.  

Llamado

Ante esta realidad, la Iglesia en la región CAMEX reafirma su compromiso con los más vulnerables. Las conferencias episcopales han hecho constantes llamados a la unidad y la reconciliación, promoviendo el diálogo como herramienta para la construcción de la paz. Esto fue remarcado por Monseñor William Iraeta, Obispo de Santiago de María, El Salvador, quien aportó que “La esperanza aún no se extingue y la fe de las personas en la Iglesia, aún nos da la respuesta que se puede rescatar y por lo menos paliar las problemáticas de los países de nuestra región”.

Por otro lado, el proceso sinodal promovido por el Papa Francisco ha permitido una revisión de los itinerarios de fe y una mayor participación de los laicos en la toma de decisiones eclesiales. El compromiso de los jóvenes es grade y esto es expresado por Cristian Jiménez de la Pastoral Juvenil de San José, Costa Rica, quien aporta que “Aun no se ha perdido la fe en la juventud, a pesar de las ideologías de género, aún hay muchos de nosotros que quieren formar una familia desde el diseño original, es decir, hombre y mujer. Queremos salir adelante y tenemos apoyo de nuestros sacerdotes y autoridades eclesiales, pero no debemos bajar la guardia”.

Dato

Cuidado de la Casa Común

El cambio climático y la explotación indiscriminada de los recursos naturales siguen siendo temas de preocupación para la Iglesia en CAMEX. Sequías, inundaciones y el impacto de la minería descontrolada han generado una crisis ambiental que afecta especialmente a las comunidades más pobres. En varios países, la Iglesia ha acompañado movimientos sociales en defensa del medioambiente, asumiendo un rol activo en la protección de la Casa Común.  

Claves

Evangelizar y buscar soluciones 

1 Conclusiones 

El informe del CELAM sobre la zona CAMEX evidencia una región con profundas desigualdades y desafíos, pero también con signos de esperanza. La Iglesia continúa siendo un faro de orientación y acompañamiento para quienes sufren las consecuencias de la violencia, la pobreza y la migración forzada. Su llamado a la conversión social y la solidaridad resuena con fuerza en un mundo cada vez más polarizado.

 

2 Positivo

A pesar que la problemática es común en toda la región de Centroamérica, México y el Caribe, hay algunas que se pueden enfrentar de manera conjunta como Iglesia, ese es el llamado que se hizo por parte de los participantes de este primer encuentro regional del CAMEX. Además se puedo ahondar en situaciones que tienen que ver con la política migratoria de Donald Trump y el efecto que tienen en todos los países de esta zona de Latinoamérica.

3 Trabajo

Es de desear que, en este momento histórico en el que se encuentra y hacia el que quiere caminar el CELAM, esta luz de la fe eclesial que en la persona de Jesús viene del pasado (memorial) y nos atrae desde más allá de la muerte (Resurrección), crezca e ilumine el presente, y llegue a convertirse en estrella que muestre el horizonte de nuestro camino en un tiempo en el que el ser humano tiene especialmente necesidad de la luz de la fe, está urgido de la esperanza, pero no de cualquiera, sino de la que no defrauda. 

 

4 Reto

 

Se descubrió que el futuro de la esperanza no es un escapismo de la realidad presente, sino una anticipaciónde vivencia, una disposición fundamental, radicalmente abierta. Está es una de las grandes  tareas para elCELAM, ya que La esperanza cristiana nunca nos defrauda pues es lo más auténtico, lo que nunca. Además de esto, se requiere combinar la sabiduría de los mayores con las fuerzas de los jóvenes. 

 

5 Promesa

 

La esperanza, como anticipación en la certeza del mañana, tiene desde ya una incidencia en la apertura del aquí y ahora (en el presente que se perspectivita, que está en proceso de cristificación), pero también posee un efecto retroactivo sobre la facticidad (lo histórico irreversible, el pasado) pues la rescata en su validez al convertirla en continuidad, en tradición, en proceso incidente. A la luz de ese horizonte, el pasado se vuelve unidad, continuidad en sus raíces válidas.

 

6 Dolores

 

En este encuentro, se llegó a la conclusión de que la violencia, el narcotráfico, la migración y el pesimismo, son problemas que se han querido generalizar y ver como algo normal, lo que debe de ser un llamado de atención a todos los miembros de la Iglesia que peregrina en la región para hacerle un frente común en unidad como países que comparten estas realidades. A esto se le agrega una democracia que es vulnerable y que se ve afectada por la indiferencia. 

 

7 Esperanzas

 

A pesar de la fuerte problemática, se determinó que las señales de que aún hay luz, son visibles; esto se nota en la fe de los pueblos que es  cristocéntrica, es decir, aún se tiene las ganas de seguir luchando. Además se reconoció que la sabiduría de los mayores con la fuerza de los jóvenes, es una luz que permite que la Iglesia siga en pie. Además de esto, es importante la defensa de la vida y la familia, que son pilares fundamentales para la generación de la esperanza.