Han pasado ya más de cuatro meses del fatal paso de los huracanes Eta y Iota por el territorio centroamericano. Honduras recibió el impacto de los dos fenómenos ya convertidos en tormentas tropicales, lo que dejó nuevamente al desnudo la vulnerabilidad del suelo, afectando parte de la infraestructura vial y viviendas.
El Gobierno ha querido implementar estrategias para un plan de reconstrucción con al menos 15 proyectos que incluyen el dragado y la mitigación en los ríos de la zona norte que ha sido muy afectada y en donde aún hay vestigios de las lluvias. Estas obras son ejecutadas bajo la coordinación de la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula.
Impacto
Héctor Leonel Ayala, secretario de Gobernación y Justicia, pormenorizó que los 15 proyectos, están focalizados en Chamelecón y varios puntos de la zona norte. “Los trabajos posteriores se harán en La Lima, en el Canal Maya, en la cuenca del río Ulúa y en el sector de Tegucigalpita, en Omoa” detalló Ayala.
Inversión
Se tiene contemplado que al menos 28 millones de lempiras se invertirán en estos proyectos, por lo que se espera la generación de al menos 5 mil empleos directos e indirectos para lograr agilizar los trabajos de reconstrucción. Se pretende que las obras estén concluidas antes de septiembre próximo.
Estrategias
Por su parte, el Foro Social de la Deuda Externa en Honduras (FOSDEH), ha solicitado en varias ocasiones la creación de un grupo consultivo para la reconstrucción del país, luego del azote de los fenómenos naturales. El analista y economista de esta organización, Ismael Zepeda, estimó que el país tardará hasta 20 años en recuperarse en su totalidad.
“Las pérdidas dejadas por los temporales climáticos se pueden cuantificar preliminarmente en 10,000 millones de dólares” dijo Zepeda y agregó que “la vulnerabilidad del país no es un tema nuevo, recordemos que, con el Mitch, quedamos con daños en la infraestructura que, con los dos últimos fenómenos volvieron a salir a la luz”.
Preocupación
“En estos momentos de crisis es difícil para estas familias acceder a alimentos, ya que han perdido sus fuentes de ingresos y otros medios de subsistencia”, señaló la representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Honduras, Judith Thimke. “Eta y Iota fueron de los peores desastres de los últimos veinte años en la región que dejaron cerca de tres
millones de siniestrados en Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y el sur de México”, citó la funcionaria.
Otro de los problemas, es que se han creado instituciones como la Sociedad Administradora de Fondos para el Desarrollo Sostenible (FONDES) para el manejo del dinero que se destine para la reconstrucción, lo que preocupa a economistas. Hugo Noé Pino, expresidente del Banco Central de Honduras (BCH), argumentó que “Promover una iniciativa de esa naturaleza, podría ser peligroso, sobre todo en un año electoral”.
Finalmente, la sociedad aún sigue esperando respuesta en las partes bajas de La Lima, con sus casas aún llenas de lodo a pesar que se ha dicho por parte del Gobierno que no están solos, por lo que analistas piden más celeridad en estos procesos de reconstrucción y sobre todo de un mejor y transparente manejo de los fondos destinados para sacar a Honduras del caos que ha dejado la pandemia y estos dos fenómenos.