Luego de 18 meses de la llegada del COVID-19, al territorio hondureño y tras la pérdida de cientos de hondureños por el mortal virus y alrededor de 93 médicos fallecieron en el cumplimiento de su deber.
En medio de luchas, falta de presupuesto, insumos médicos y hasta el atraso en el pago de sus salarios y el cumplimiento de sus deberes, hoy recibieron luz verde por parte de las autoridades gubernamentales, quienes aseguraron la estabilidad y permanencia laboral, así lo ha detallado el subsecretario en salud el doctor Roberto Cosenza.
Siendo más de ocho mil profesionales de la salud, los que tendrían una plaza dentro del sistema sanitario, lo que ha sido visto con buenos ojos por parte de los coordinadores de los Centros de Estabilización Temporal, más conocidos como Triajes, así lo manifestado por el galeno Daniel Morales.
Lo que también es aplaudido por el presidente de la Asociación de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras, Josué Orellana, quien además señaló que este próximo lunes, las enfermeras auxiliares estarían recibiendo su permanencia.
Honduras ha sido uno de los países de la región latinoamericana más golpeados por las variantes, esto ante la llegada tardía de las vacunas y ante las compras irregulares y sobrevaloradas.
Por lo que la titular del Colegio Médico de Honduras, la doctora Suyapa Figueroa, ha reiterado de no cumplirse lo establecido en ley, el Estado podría caer en severas demandas.
A su vez la titular del colegio gremial ha denunciado que se han dado muchas modificaciones a los contratos lo que da malos entendidos, a lo que el subsecretario en salud, Roberto Cosenza, responde que si existe presupuesto para cumplir al personal que ha laborado a lo largo y ancho del territorio nacional.
Según las reacciones de la población, es justo y necesario que estos hombres y mujeres reciban este beneficio y además los han resaltado como los verdaderos héroes de Honduras.
Enfermeras profesionales, auxiliares, médicos generales y especialistas están amparados bajo el Decreto 47-2020, por lo que sus derechos como trabajadores y profesionales del sistema sanitario deberán ser respetados y garantizar su estabilidad y permanencia, por lo que estarían a la espera del nombramiento y la ubicación en los diferentes establecimientos de salud y centros hospitalarios de la región.