En la audiencia general, el Papa Francisco resaltó que el Evangelio es una fuente de alegría para todos, enfatizando un tercer aspecto: su relevancia en el presente. Subrayó la importancia de proclamar a Jesús en el momento actual, llamando a los fieles a testimoniar su fe acogiendo la cultura actual. Destacó la necesidad de salir a los lugares cotidianos donde las personas trabajan y estudian para ser agentes de diálogo, encuentro y unidad, iluminados por la fuerza del Evangelio. Hizo hincapié en que la Palabra de Dios es viva y eficaz, instando al celo apostólico a mostrar audacia y creatividad, y a encarnarse en cada realidad en lugar de seguir esquemas preestablecidos.
Al concluir la audiencia general, a pesar de la dificultad de hablar debido a una inflamación en los pulmones, el Papa Francisco hizo un llamamiento por la situación en Medio Oriente, pidiendo que se mantenga la tregua en Gaza, se libere a todos los rehenes y se facilite el acceso a la ayuda humanitaria. Además, destacó la importancia de no olvidar a Ucrania, que sigue experimentando sufrimientos a causa de la guerra.
Paz, por favor, paz… La guerra siempre es una derrota, todos pierden. Todos no, hay un grupo que gana mucho: los fabricantes de armas. Estos ganan bien, a costa de la muerte de otros.