El Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) participa en los encuentros desde su primera edición (2014), estando además en el comité organizador; y ha estado representado con una delegación de militantes de diferentes movimientos de todo el mundo.
En esta ocasión los delegados de América, Europa, África, Asia y Oceanía compartieron con el Papa Francisco los desafíos que atravesaron durante los momentos más duros de la pandemia del COVID-19.
Su santidad se refirió a este grupo como poetas sociales porque ellos crean poesía, tienen esa creatividad de crear esperanza donde solo hay descarte y exclusión, con su manos saben forjar dignidad de cada uno, de sus familias y de la sociedad toda con tierra techo y trabajo cuidadno y comundiad gracias porque la entrega de ustedes es palabra c0n autoridad
Su dedicación es un anuncio de esperanza, verlos a ustedes me recuerda que no estamos condenados a repetir ni a construir un mundo basado en la exclusión y la desigualdad el descarte y la indiferencia.
El pontífice también agradeció por hacerle parte de ese proceso histórico que están transitando y que lo hacen partícipe de compartir un diálogo fraterno que busca ver lo grande en lo pequeño, y lo pequeño en lo grande, un diálogo que nace en las periferias, y que llega a Roma donde todos podemos sentirnos invitados e interpelados.
La pandemia transparentó las desigualdades sociales que azotan a nuestros pueblos y expuso la desgarradora situación de tantos hermanos y hermanas, este año 20 millones de personas más se han visto arrastradas a niveles extremos de inseguridad alimentaria.
Según información de INFOBAE durante el evento, se proyectó el video ‘La fuerza del nosotros’ y se presentó el documento ‘¡Salvemos a la humanidad y al planeta!’, síntesis de sus diálogos sobre los dilemas de la humanidad.
También en el encuentro En el encuentro participaron delegados y delegadas de América (norte, centro y sur), Europa, África, Asia y Oceanía, entre ellos cartoneros, recicladores, vendedores ambulantes, costureros, artesanos, pescadores, campesinos, constructores, mineros, obreros de empresas recuperadas, todo tipo de cooperativistas, trabajadores de oficios populares, trabajadores cristianos de diversos oficios y profesiones, trabajadores de barrios y villas que practican la cultura del encuentro y caminan juntos.
Finalmente Francisco nos recuerda el principio de la solidaridad no solo como virtud moral,sino como un principio social que busca enfrentar los sistemas injustos con el objetivo de construir una cultura de la solidaridad.