El domingo después de Navidad la Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José, el Papa Francisco durante el rezo mariano del Ángelus desde la Plaza de San Pedro, relata como Dios eligió a una familia humilde y sencilla para venir entre nosotros e invitó a los presentes a contemplar la belleza del misterio de la Sagrada Familia que representa “la historia de la que provenimos”, aunque todo no vaya bien, y aprender cada día más a “ser familia” a pesar de los problemas inesperados, la angustia y el sufrimiento.
Démosle las gracias y recemos por nuestras familias. Dios piensa en nosotros y quiere que estemos juntos: agradecidos, unidos, capaces de proteger nuestras raíces expresó en Santo Papa.
Cada día, en la familia, hay que aprender a escucharnos y comprendernos, a caminar juntos, a afrontar los conflictos y las dificultades. Es el reto diario, y se gana con la actitud adecuada, con pequeñas atenciones, con gestos sencillos, cuidando los detalles de nuestras relaciones prosiguió Francisco.
Es peligroso cuando, en lugar de escucharnos, nos culpamos de nuestros errores; cuando, en lugar de preocuparnos por los demás, nos centramos en nuestras propias necesidades; cuando, en lugar de hablar, nos aislamos con nuestros teléfonos móviles; cuando nos acusamos unos a otros, repitiendo siempre las mismas frases, escenificando una obra de teatro ya vista en la que cada uno quiere tener razón y al final hay un frío silencio.
finalmente recomendó a las parejas por la noche, después de todo, hacer las paces cuando existe un conflicto en el hogar nunca vayan a dormir sin haber hecho las paces, porque si no al día siguiente habrá una “guerra fría” ¡Cuántas veces, por desgracia, nacen conflictos dentro de las paredes del hogar como resultado de silencios demasiado largos y egoísmos no curados! A veces incluso se llega a la violencia física y moral. Esto rompe la armonía y mata a la familia” concluyó el Papa Francisco con esta reflexión para que en los hogares no se sigan desintegrando las familias y perdiendo ese amor entre ellas y esa conexión con Dios.