Posterior al rezo del Ángelus, el Papa Francisco envío un afectuoso saludo al pueblo de Estados Unidos, recordando el lamentable acto de violencia que se presentó en el Capitolio y volvió a insistir que “La violencia es autodestructiva siempre. No se gana nada con la violencia y se pierde mucho”.
Se solidarizó y rezó por las cinco personas que fallecieron en esta manifestación y sus familias, exhortó a las autoridades y a la población a “mantener un alto sentido de responsabilidad, con el fin de calmar los ánimos, promover la reconciliación nacional y tutelar los valores democráticos arraigados en la sociedad americana”.
El Papa pidió la intercesión de la Inmaculada Concepción, patrona de este país, para que “ayude a mantener viva la cultura del encuentro, la cultura del cuidado, como vía maestra para construir juntos el bien común; y lo haga con todos aquellos que habitan en esa tierra”.