Hoy se celebra la jornada no. 26 de la vida consagrada que hace 75 años, un l 2 de febrero de 1947, Pío XII publicó la Constitución Apostólica Provida Mater Ecclesia, en la que reconocía los institutos seculares como una nueva forma de consagración oficial en la Iglesia.
Hoy el Papa Francisco a través de una carta impulsa nuevamente la “laicidad santa” de sus miembros, y anuncia que clausurará personalmente los trabajos de su próxima Asamblea.
Su Santidad también ha pedido a los Institutos de Vida Consagrada que “Hagan presente el mundo en la Iglesia”, también exhortó a seguir trabajando y hacer incidencia con los pobres, con los marginados, con todos los que están esclavizados por los traficantes recemos para que puedan ellas mostrar la belleza del amor y la compasión de Dios como catequistas, teólogas, acompañantes espirituales expresó Francisco.
Se denomina vida consagrada en la Iglesia católica a los fieles de la misma que se proponen seguir más de cerca a Cristo, se dedican totalmente a Dios como a su amor más supremo y procuran conseguir la perfección de la caridad a través del servicio del Reino de Dios, mediante la profesión de los consejos evangélicos, sea por votos (simples o solemnes) o por promesas, pudiendo quedar consagradas o bien por la misma profesión de votos ante un superior o bien por la solemne oración consecratoria pronunciada por un Obispo.
Pertenecen a la vida consagrada de la Iglesia católica los Institutos de vida consagrada (religiosos o seculares), las Sociedades de vida apostólica, el orden de las vírgenes, la vida eremítica y otras formas de vida consagrada que el derecho se limita a llamar “nuevas”.
El pontífice sostiene que el gran reto que el Papa prevé para los Institutos está en la “relación entre secularidad y consagración” para la consagración es fácil asimilar con los religiosos, pero seria bueno que se caracterizará por la profecía inicial, en particular el bautismo, expresó Francisco.