Es momento de impregnar los corazones de esperanza con la caridad

Familia, amigos, vecinos son nuestro prójimo y en este tiempo de crisis necesitan de nuestro apoyo no solo material, también espiritual

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Las circunstancias que nos rodean no son nada alentadoras. Muerte, hambre y el desempleo, hacen que muchos caigan en la desesperanza, pero la Iglesia siempre nos llama a manteneros activos como cristianos y contagiar de lo mejor que tenemos y somos. Debemos de estar vinculados a esas personas que necesitan consuelo a través de nuestra cercanía y, sobre todo, hacerles saber a los que nos rodean que ¡No estás solo!

El padre Héctor López, párroco de la comunidad Madre Dolorosa de la colonia Los Pinos de esta capital, sostiene que “Las crisis sacan lo peor o lo mejor de nosotros. Tristemente lo que hace más bulla es lo peor” dijo y agregó que “podemos ver en nuestro país tanta maldad, corrupción y asesinatos que solo promueven el dolor de la gente”. El presbítero López, no pierde la esperanza al decir que “en medio de esta vorágine de violencia, se ha despertado en muchos hermanos la solidaridad y la generosidad hacia los más desposeídos”.

El sacerdote explicó que los más necesitados pueden ser los vecinos o los miembros de la misma familia. “Eta necesidad, no solo se mide desde el ámbito material, sino de todo lo que integra el ser humano, su espíritu, su mente, su corazón, la cercanía, estar atento a las necesidades de los demás para dedicar un espacio o una palabra para comprender”.

Pobreza

Mario Raudales, presidente de los Caballeros del Santo Entierro de Tegucigalpa, comenta que “No podemos ser indiferentes a lo que nos está pasando, debemos ayudar a los que más necesitan, bajo los principios de nuestra Iglesia, el ser misericordiosos”. Además, dijo que debemos de manifestar nuestra cercanía con las personas que han perdido a un familiar a causa de la violencia.

1 Alimentar

Un gesto de caridad, consiste en alimentar a los demás sin esperar pago ni retribución alguna, simplemente por hacer el bien de aplacar el hambre de quien necesite. Esto se realiza de manera personal, familiar e incluso como comunidad parroquial.

2 Servir

En estos momentos existen muchas personas que no cuentan con los medios y el dinero para para hacer las compras básicas del hogar, así que podemos ofrecer apoyo logístico o monetario para que ellos tengan lo necesario, ya sea para comer o para sanar alguna enfermedad.

3 Animar

Muchos, ante tanta mala noticia, se sienten desconsolados, desconcertados y abatidos. Podemos hacerles una llamada, mandar mensajes positivos para impregnarles de esperanza y reanimarles a que pese a la ola de violencia que se cierne sobre Honduras, los buenos somos más.

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