La devoción hacia la Virgen de Suyapa se arraiga cada vez más, así lo refleja la cantidad de personas que llegan hasta la Basílica en su honor y al santuario pequeño, más conocido como la Ermita, para honrarla y venerarla.
Observamos como muchas personas encienden una vela a “La Morenita” de Suyapa como forma de agradecimiento a los favores recibidos por su intercesión, sin embargo, otras lo hacen para pedir a la Madre del Señor que abogue ante su Hijo por las necesidades que los aquejan.
Sin duda, este es un acto de fe, y en la vida de los devotos representa gratitud y esperanza. El Padre Wilson Flores de la Parroquia Santa Ana de La Libertad, Comayagua, dijo que este también es signo de la presencia de Cristo en nosotros, recordando que en la Vigilia Pascual se enciende el sirio mientras las luces del templo están apagadas. “Esto significa que Cristo es aquel que vence las tinieblas del pecado, y en esta lucha del mal, del pecado, está nuestra Madre que nos acompaña, nos ayuda para poder vencer el mal en el mundo y en nuestro propio corazón. Esto nos incentiva a crecer más en la fe y a vivirla con esperanza”, puntualizó.
Esperanza
Marizela Turcios, coordinadora voluntaria de Cáritas Suyapa, ha sido testigo de este gesto de gratitud. “Los peregrinos no solo vienen a dejar una vela, ellos se van con la esperanza de que llevan la luz de Cristo y de María para su hogar. En estos días propiamente, la sala de velas que está a un costado de la Basílica, permanece llena de feligreses de distintas partes del país, ellos además de encender la vela oran frente a la Virgen y se van llenos de esperanza, confiando que sus intenciones han sido escuchadas”, dijo.
Gratitud
Con toda su familia, don Ismael Rodríguez de 67 años, llegó desde Choluteca para visitar a la Patrona de Honduras y llenos de gratitud encendieron sus velas. “Cada día despertamos dándole gracias a Dios y a nuestra Virgen por todos los milagros recibidos, reconociendo que todo este tiempo hemos estado bajo la protección de ellos, es muy agradable sentirnos acogidos con el calor espiritual que se percibe en esta casa maternal”, explicó.
Tras recibir la noticia que su hija de cuatro años se había curado de una enfermedad que padecía, Yamileth Aguilar y su esposo, llegaron a los pies de “La Morenita” para agradecerle su mediación. “No tiene la idea de lo agradecidos que estamos con la Virgen de Suyapa al recibir esta noticia, ella supo escuchar nuestra petición, aunque sabemos que el sacrificio que hacemos no es suficiente para Dios”, dijo este matrimonio.