La incredulidad, es una actitud que se propaga con rapidez en muchas ocasiones por la falta de un anuncio evangelizador. No solo es cuestión de dejar de creer en Dios, se puede trasladar a creer en alguien, endureciendo el corazón del ser humano y haciendo que confíe poco en un ser supremo o en las mismas personas con las que convive.
Búsqueda Para el padre José Avilio Zambrano, párroco de la comunidad de San Pedro Apóstol de Comayagüela, afirma que una manera de contrarrestar la incredulidad en el mundo actual, es “Siendo misericordiosos y conociendo más de la doctrina de la Iglesia, dejando que Dios actúe y nos muestre su amor como lo hizo con Santo Tomás Apóstol”. El presbítero, expresa que “debemos dar oportunidad a que otros hermanos se enamoren de Cristo, porque muchas veces podemos ser piedras de tropiezo en los grupos, ministerios o movimientos con laicos que se convierten en caciques, haciendo daño a quienes desean entrar en la fe y conocer de Dios”. Estas actitudes deben desaparecer en nuestra Iglesia y necesitamos otras cosas como orar más, formación, entrega y discernimiento, explicó el padre Avilio.
Alarma
Las cifras parecen ser alarmantes por lo que el desafío es revertir esta actitud. Muchos, sobre todo jóvenes, abandonan sus creencias por factores como las ideologías, la política, un desencanto por un suceso aislado o por la falta de información fidedigna que se tiene de la iglesia, a más de hacer proselitismo, la Iglesia Católica muestra un Dios abierto, cercano y humano, que conoce la realidad y que acompaña la cotidianidad del ser humano. El padre Avilio Zambrano, invita a que “colaboremos para que en nuestros grupos y parroquias, haya más gente de fe, fervorosa por el Señor y no aquellos que se sirvan, demostrando la madurez espiritual en sus vidas, siendo capaces de ponerlas al servicio de los demás”.
1 Irradiar
Ante una humanidad que en buena parte ve la fe como algo no tan factible en sus realidades y acude a otras creencias, es urgente que el cristiano católico, irradie en sus testimonios la fe que profesa, siendo guías para quienes aún no han recibido el anuncio evangélico.
2 Fortalecer
Muchos se van de la iglesia dejando de creer, urge fortalecer a quienes son parte de una comunidad es una tarea imprescindible para lograr lazos irrompibles, en los que abandonar la fe no sea una opción. Con oración, acompañamiento y la frecuencia sacramental, esto es posible.
3 Ejemplos
En un momento histórico, los testimonios de tantos papas y santos, deben motivar a acudir a la fe como un bálsamo de esperanza y abandonar los deseos erróneos de incredulidad. La vida de estos hombres y mujeres, deben motivar un despertar por el tesoro y enorme dicha de creer.