EN MISIÓN | La sinodalidad es el camino de la misión

0
217

Hoy reflexionamos sobre la naturaleza de la Iglesia, la Iglesia no es una fortaleza, es una tienda de campaña con sus puertas siempre abiertas. Es una Iglesia en salida como lo demostraron en Antioquia de Siria donde por primera vez se nos llamó cristianos. Pablo y Bernabé, quienes inician el primer viaje misionero en las diferentes comunidades predicando a los paganos que Dios también llama a la fe.

Esa apertura a la Fe es la que brinda una relación con Cristo, quien no impone, sino que abre sus brazos para brindar su gracia a todo aquel que desee ser feliz con Él, basado en un diálogo de comunión con todos y discernimiento a la luz del Espíritu Santo para manifestar a la Iglesia quien es la madre feliz de muchos hijos y en concordancia de lo que significa ser testigos de Jesucristo. Es por ello que la misión es urgente en nuestra sociedad, que está cada día más enfocada en la ideología del individualismo olvidando la comunidad. Abusando de este proceso se genera una destrucción de la conciencia humana, que ya no siente el dolor del otro y se olvida de valores puntuales como la caridad, la misericordia, la paciencia y el diálogo. Es por ello que el papa Francisco propone una aper- tura total, como lo hizo nues- tro Señor, que recibió a todos, sin importar que estos fuesen judíos o no, su mandato es claro: “Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra. Por eso, vayan y hagan que todos sean mis discípulos. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he encomendado” (Mt 28, 19-20).

Es por ello que la Iglesia Universal expresa la dinámica del Consensus Fidelium, es decir, de la colegialidad episcopal. La iglesia afirma el fundamento de la sinodalidad y la misión como una prioridad de extrema urgencia en este nuevo milenio, donde por medio de la escucha de la voz del Espíritu Santo se debe abrir la Iglesia a todo su pueblo. El camino de la misión es la sinodalidad, lo cual lleva a un discernimiento de la verdad, con todos los sujetos que conforman el pueblo de Dios.

Así lo manifiesta la Congregación para la Doctrina de la Fe en su Carta a los Obispos de la Iglesia Católica sobre algunos aspectos a considerar sobre la común unión del 28 de mayo de 1992 que cita al Concilio Vaticano II: “En efecto, la eclesiología del Pueblo de Dios destaca la común dignidad y misión de to- dos los bautizados en el ejercicio de la multiforme y ordenada riqueza de sus carismas, de su vocación, de sus ministerios. El concepto de comunión expresa en este contexto la sustancia profunda del misterio y de la misión de la Iglesia, que tiene su fuente y su cumbre en el banquete eucarístico”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí