Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y en- señarles a cumplir todo lo que nos han encomendado.” (San Mateo 28, 19-20a). Esta pieza del evangelio, bastante conocida en la Iglesia y el ámbito misionero, nos hace comprender que el mandato del Señor Jesús es para todos, sin exclusión ni categorías. Nuestro primer y máximo ejemplo es Jesucristo, quien se describía a si mismo como el Enviado (misionero) del Padre (cf. San Juan 14, 24). Él creció bajo el ejemplo de San José, su padre terrenal, quien actuaba con sensatez y justicia siempre. (cf. San Mateo 1, 19). En estos orígenes de Jesús se ve el realce de la Paternidad en la misión divina, tanto como la relación filial y divina con un Dios que es Padre y, también, el tiempo en que Jesús, desde su nacimiento hasta su edad adulta, fue educado por su padre adoptivo. Toma una importancia medular, en nuestros tiempos, impulsar el papel del Padre en la Familia porque en muchos de nuestros hogares están ausentes físicamente o está presente pero no ejerce su aporte en la dinámica fa- miliar. Son 960,355 hogares liderados por mujeres, como lo indicó el Instituto Nacional de Estadísticas en 2023. En el contexto eclesial es ya sabido que la mayoría de las personas católicas activas en la Iglesia son mujeres. Aunque por la constitución jerárquica predomina el ejercicio de la autoridad del varón, es baja la participación de los hombres en la misma. El varón cristiano se constituye, desde su bautismo, como Profeta, Sacerdote y Pastor en el Matrimonio y la Familia. Es responsable en la santificación de su esposa y corresponsable en la pro- creación y educación de sus hijos, que por la gracia del Espíritu Santo quedan constituidos por el bautismo como Hijos de Dios. Por eso, comprendemos que la Familia es la Iglesia Doméstica, donde el Padre es el primer predicador de la fe, tanto con su palabra como con su ejemplo, fomentando la vocación propia de cada uno, y en especial cuida- do la vocación sagrada. (ver Lumen Gentium #11). Roguemos al Espíritu Santo, San José y Santa María para que más Hombres tengan un encuentro personal con Jesús y sean discípulos-misioneros para todos.