Cuando llega esta temporada de Semana Santa si usamos el sentido de la vista, observamos que conforme pasan los días las calles de nuestra querida Tegucigalpa van quedando solas, y es que muchos aprovechan el asueto que se brinda para ir a sus lugares de origen en el interior del país, esto denota que la capital es una ciudad de migrantes quienes se vienen huyendo de la situación precaria que se vive en sus comunidades, este fenómeno lo avala el director del Instituto Nacional de Estadísticas. ” La gente aquí ha querido buscar oportunidades laborales, ha querido buscar su centro de quehacer político y los pequeños avances de desarrollo están concentrados y la mayoría de la gente, tiende a moverse hacia ese lugar, en este caso Tegucigalpa”.
Para el sociólogo Armando Orellana, esto genera un beneficio que quizá no hemos tomado en cuenta: ” Por una parte reduce los niveles de contaminación, de basura, habrá también que administrar de forma adecuada el agua potable aunque se reduzca la población”
Don Santiago Elvir, es un capitalino nacido y criado aquí, como decimos popularmente, él hace un escueto análisis del porque se ve desolada la capital en estos días y hace una solicitud ” Lo que tiene que hacer el Gobierno es invertir en el Agro, para que todos los campesinos que se han venido para la ciudad puedan dedicarse a sembrar, es lo que necesitamos realmente”.
Para algunos, estos días generan un poco de respiro en el ambiente, ya que el flujo de vehículos disminuye, pero también es válido analizar que este fenómeno de migración interna debe servir para focalizar la atención en las condiciones en que viven nuestros compatriotas en el interior del país.