En el inicio de un año electoral crucial para el futuro de Honduras, nos encontramos a las puertas de un proceso primario y, más adelante, de elecciones generales en noviembre. Este deber ciudadano no solo marcará el rumbo político de la nación, sino que abrirá una nueva etapa en la historia del país, con grandes retos y oportunidades para el desarrollo y bienestar de todos los hondureños. Es fundamental reiterar un llamado a la paz y unidad entre todos los ciudadanos, más allá de las diferencias políticas. La paz será la base sobre la cual construiremos un futuro próspero y armónico para Honduras.
Peticiones
El Arzobispo de Tegucigalpa, Monseñor José Vicente Nácher, hace un llamado al pueblo hondureño a reflexionar cuidadosamente sobre sus decisiones y el camino a seguir en este año electoral. Al mismo tiempo, expresa su confianza en que los hondureños tomarán las mejores decisiones para el bien de la nación. “Cada quien tenemos nuestros principios, nuestros criterios y nosotros los cristianos los tenemos bien fundamentados, nuestros conceptos están claros y es lo que estamos llamados a vivir y a desarrollar. Tenemos que tratar de tener la información suficiente y a partir de ahí hacer la reflexión, hay que poner en práctica el criterio propio y así tomar decisiones. Cada quien tiene la capacidad para pensar las cosas bien”, dijo.
La paz y la unidad son funda- mentales para el buen desarrollo de este proceso electoral, que debe reflejar la voluntad de un pueblo que busca siempre lo mejor para su futuro. El llamado es para todos los hondureños a vivir esta etapa con respeto, esperanza y una profunda vocación de servicio hacia el país. Este año electoral es una oportunidad para renovar el compromiso con la democracia y con el bienestar de Honduras. Es el momento de fortalecer la unidad nacional y de construir juntos un futuro próspero, pacífico y lleno de esperanza para todos.
