No es secreto para nadie que la pandemia de COVID-19 ha afectado de manera adversa a gran parte de la población mundial, en cuestiones que van mucho más allá de la salud. En lo económico, la enfermedad también ha significado un enorme flagelo, ya que muchas personas han perdido su trabajo y se han quedado sin medios para subsistir.
Debido a esto, Su Santidad el Papa Francisco ha pedido a la feligresía poner en sus intenciones durante el mes de agosto a todos los pequeños y medianos empresarios. “Recemos para que los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar su actividad al servicio de las comunidades en las que viven”, expresó el Santo Padre.
No todo es negativo, sin embargo, ya que muchas personas, al perder sus empleos, han logrado emprender en nuevos proyectos personales, logrando así generar ingresos en una etapa de nuestra historia donde la crisis económica mundial genera escasez y malestar generalizado. Si bien la pandemia ha ocasionado sufrimiento por un lado, por el otro ha fomentado la creatividad en las personas en la búsqueda de su diario vivir.
Oremos por nuestros hermanos que inician una nueva aventura en el emprendimiento. Toda meta y todo ideal se logra con éxito si es realizada de la mano del Señor.