“Gracias por estar aquí, en la apertura del Sínodo. Han venido por muchos caminos y de muchas Iglesias, llevando cada uno en el corazón preguntas y esperanzas, y estoy seguro de que el Espíritu nos guiará y nos dará la gracia para seguir adelante juntos, para escucharnos recíprocamente y para comenzar un discernimiento en nuestro tiempo, siendo solidarios con las fatigas y los deseos de la humanidad”, dice el Papa Francisco al inicio de la reflexión para el inicio del Proceso Sinodal.
Dejó en claro que el Sínodo no es un parlamento, no es un sondeo de las opiniones el sínodo es un momento eclesial y el protagonista del sínodo es el Espíritu Santo.
El Papa llamó a vivir este sínodo en el espíritu de la oración. Y dijo que las Palabras claves del sínodo son tres: comunión, participación y misión. “Quisiera decir que celebrar un Sínodo siempre es hermoso e importante, pero es realmente provechoso si se convierte en expresión viva del ser Iglesia, de un actuar caracterizado por una participación auténtica” afirmó el Sumo Pontífice.
Asimismo el Papa Francisco habla de los riesgos que corre el Sínodo ” El primero es el formalismo. Un Sínodo se puede reducir a un evento extraordinario, pero de fachada, como si nos quedáramos mirando la hermosa fachada de una iglesia, pero sin entrar nunca. En cambio, el Sínodo es un itinerario de discernimiento espiritual efectivo, que no emprendemos para dar una imagen bonita de nosotros mismos, sino para colaborar mejor con la obra de Dios en la historia”
“Un segundo riesgo es el intelectualismo —es decir, la abstracción; la realidad va por un lado y nosotros con nuestras reflexiones vamos por otro—, convertir el Sínodo en una especie de grupo de estudio, con intervenciones cultas pero abstractas sobre los problemas de la Iglesia y los males del mundo.Por último, puede surgir la tentación del inmovilismo. Es mejor no cambiar, puesto que «siempre se ha hecho así» (Exhort. apost., Evangelii gaudium 33) —esta palabra es un veneno en la vida de la Iglesia, “siempre se ha hecho así”. recalca el Papa.
“El Sínodo también nos ofrece una oportunidad para ser Iglesia de la escucha, para tomarnos una pausa de nuestros ajetreos, para frenar nuestras ansias pastorales y detenernos a escuchar” exhorta el Papa Francisco.
También dijo: “Volvamos siempre al estilo de Dios, el estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura. Dios siempre ha actuado así. Si nosotros no llegamos a ser esta Iglesia de la cercanía con actitudes de compasión y ternura, no seremos la Iglesia del Señor”.
Finalmente el Papa Francisco hace una invitación a vivir este sínodo bajo la luz del Espíritu Santo “Porque tenemos necesidad del Espíritu, del aliento siempre nuevo de Dios, que libera de toda cerrazón, revive lo que está muerto, desata las cadenas y difunde la alegría. El Espíritu Santo es Aquel que nos guía hacia donde Dios quiere, y no hacia donde nos llevarían nuestras ideas y nuestros gustos personales”.
