En Durante 67 años el Semanario Fides ha acompañado al pueblo de Dios en todas las actividades relacionadas en el quehacer de la Iglesia. Nombramientos, ordenaciones episcopales, confirmaciones, análisis de realidad de país, documentos del Papa, entre muchos otros acontecimientos que demuestran del por qué es llamado “El decano de la Prensa Nacional”.
Recientemente se acompañó con interesantes especiales y extras, a los obispos nombrados por la Santa Sede, lo que sirvió para que los lectores conocieran en detalle de la vida de estos pastores que guían al rebaño en cada una de las diócesis.
“El Semanario FIDES, informa fielmente a la sociedad hondureña, promueve la esperanza de los creyentes y ayuda a mantener unidos en la fe a los fieles”, ha compartido el Arzobispo de Tegucigalpa Monseñor José Vicente Nácher Tatay.
Además, Monseñor Nácher Tatay destacó el papel de los colaboradores que a lo largo de los años hayan sido participes para este semanario fielmente informe a los lectores “así lo ha hecho por 67 años de manera admirable. Innumerables colaboradores y periodistas, han contribuido, no solo con su capacidad sino con su amor a este rotativo, que por sí mismo constituye un homenaje a la prensa hondureña”.
De igual forma Monseñor Teodoro Gómez, Obispo de la Diocesis de Choluteca, compartió y destacó su pensar sobre el papel evangelizador del Fides “Gracias por permitir que a través de los reportajes que se elaboran desde las diócesis, sentirnos Iglesia fraterna y en comunión y misión, construyendo juntos el reino de Dios en nuestros entornos”.
El Arzobispo de San Pedro Sula, Monseñor Miguel Lenihan, también compartió su sentir con este medio de comunicación. “Aunque ahora existen medios digitales rápidos, el Semanario Fides en físico sigue teniendo su importancia primaria, ampliando y mejorando su calidad y su accesibilidad por todos los Medios de Comunicación Social, gracias a la tecnología”, señaló.
De igual forma aprovechó para motivar para adquirir el Semanario FIDES “sobre todo para los movimientos de Iglesia, no solamente como medio evangelizador sino también, como medio de hacer historia en el caminar de la Iglesia hondureña en comunión con la Iglesia Universal, y sus movimientos eclesiales”.
