El entusiasmo por la vocación despierta el deseo de servir y mantenerse en actividad. Esto solamente se logra con la perseverancia en el sacerdocio sin importar los momentos difíciles que se puedan pasar. El presbítero Luis Felipe Banegas Cruz, oriundo del municipio de Campamento, Olancho, ha recibido la gracia de celebrar sus 25 años de servicio sacerdotal en la catedral Inmaculada Concepción de María. Este momento sirvió para que el padre Felipe encomendara ante sus amigos, familiares y sacerdotes de Guatemala, Haití y parte del clero de la diócesis de Juticalpa, su misión en esta zona pastoral.
Recorrido
El padre Luis, tiene un amplio historial académico, entre lo que destaca que él es perito forestal. En 1987 ingresó al prenoviciado de la congregación del Inmaculado Corazón de María en Guatemala; en junio de 1988 fue enviado a Haití para hacer su noviciado. Después viajó a la ciudad de México para estudiar la Teología. Asimismo, en 1995 comenzó su pasantía en el ministerio sacerdotal en la República Democrática del Congo en África; fue ordenado sacerdote en la catedral de Juticalpa el 13 de diciembre de 1997; seguidamente se trasladó al Congo para ejercer su ministerio sacerdotal. El 1 de julio fue transferido a Bélgica donde trabajó con inmigrantes latinoamericanos. Después de un año sabático en Estados Unidos fue trasladado a Guatemala el 30 de junio de 2006, país donde permanece hasta ahora desde hace 17 años. El presbítero mencionó que “Dentro de los países en los que he estado, he realizado tareas diferentes que corresponden a la realidad y necesidades de cada Iglesia particular”.
