En audiencia general de todos los miércoles celebrada en la Plaza de San Pedro hoy, el Papa Francisco abordó el tema de la virtud cardinal de la fortaleza, destacando su papel fundamental en la vida moral y espiritual de los creyentes.
El Sumo Pontífice describió la fortaleza como una virtud moral que da firmeza y constancia en la búsqueda del bien, ayudando a resistir las tentaciones y superar los obstáculos en la vida. Enfatizó que esta virtud nos hace marineros resistentes, capaces de enfrentar los desafíos con valentía y determinación.
Al relacionar la fortaleza con las emociones humanas, el Papa recordó que Jesús mismo experimentó emociones como el llanto ante la muerte de su amigo Lázaro, lo que demuestra que la fortaleza no implica la ausencia de sentimientos, sino su correcta orientación hacia el bien.
Francisco instó a los fieles a no ceder ante los temores internos, tales como el miedo, la culpa y la angustia, que pueden paralizar e impedir la acción positiva. En su lugar, exhortó a invocar al Espíritu Santo y afrontar los desafíos con paciente fortaleza, confiando en la Providencia divina.
Además, el Papa subrayó la importancia de tomar en serio la presencia del mal en el mundo, instando a rechazarlo con un firme “no”. En un contexto donde la indiferencia parece predominar, Francisco llamó a repetir nuestro rechazo al mal y a la indiferencia, siguiendo el ejemplo de Jesús y de los santos.
En conclusión, el Papa invitó a los fieles a mirar la fortaleza de Jesús en el Evangelio y a seguir el ejemplo de los santos en la búsqueda y vivencia de esta virtud, que nos capacita para enfrentar los desafíos de la vida con coraje y determinación.
