El Papa Francisco, en su Audiencia General, resaltó la importancia fundamental de la justicia como piedra angular para una convivencia armoniosa en la sociedad. Durante su discurso, definió la justicia como “la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido”, enfatizando su dimensión social y su papel en regular las relaciones entre las personas con equidad y respeto.
En sus palabras, el Papa destacó que la justicia no se limita solo al ámbito legal y a los tribunales, sino que también se refleja en la ética cotidiana de cada individuo. Explicó que ser justo implica mantener relaciones sinceras con los demás, cumplir con la palabra dada y actuar con responsabilidad hacia la comunidad en general.
Además, el Papa Francisco subrayó la importancia de comportamientos justos como el respeto, la honestidad y la solidaridad hacia los demás. Enfatizó que la justicia es una virtud que actúa tanto en lo grande como en lo pequeño, y que cada persona tiene la responsabilidad de contribuir a un mundo más equitativo y armonioso.
En conclusión, el llamado del Papa es a ser personas justas que promuevan la fraternidad universal y contribuyan a la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Sus palabras resuenan como un recordatorio de la importancia de cultivar la virtud de la justicia en nuestras vidas diarias y de trabajar juntos por un mundo mejor para todos.