En el XXIV Domingo del Tiempo Ordinario, en la Plaza de los Héroes de Budapest, en el marco de su 34 Viaje Apostólico a Hungría y Eslovaquia, el Papa Francisco al finalizar el rezo mariano del Ángelus agradeció a quienes se han esforzado por llevar a cabo el Congreso Eucarístico, tambien manifestó su agradecimiento a las autoridades civiles y religiosas, y a todo el pueblo de Hungría que lo ha acogido.
Francisco reflexionó sobre la ‘Cruz de la misión’ que es el símbolo de este Congreso y que los lleve a anunciar con la vida el Evangelio liberador de la ternura sin límites que Dios tiene por cada uno. En la carestía de amor de hoy, es el alimento que el hombre espera” expreso en Santo Padre.
Además Francisco deseó que la cruz sea el puente entre el pasado y el futuro. “El sentimiento religioso es la savia de esta nación, tan unida a sus raíces. Pero la cruz, plantada en la tierra, además de invitarnos a enraizarnos bien, eleva y extiende sus brazos hacia todos; exhorta a mantener firmes las raíces, pero sin encerrarse; a recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo concluyó el Papa.
finalmente el Papa manifestó su agradecimiento a la comunidad húngara y los exhortó a “recurrir a las fuentes, abriéndose a los sedientos de nuestro tiempo”.