Sin duda alguna, que estos 31 días que tiene el calendario en el mes de agosto, vienen a fortalecer la importancia que tiene este grupo en la sociedad, que, desde hace unos años atrás, ha estado siendo bombardeado por ideologías que solo quieren destruirla o al menos desvirtuar el principio por el cual fue creada por Dios. Los valores que han estado en peligro últimamente son: el amor, la paz y la comunicación.
Ante estas realidades, el padre Rigoberto Velásquez, párroco de la comunidad Cristo Resucitado, de Tegucigalpa, expresa que este grupo de la sociedad hoy enfrenta diferentes dificultades y una de las grandes realidades, es que no hay unidad, por lo que hace énfasis en los enemigos que se deben de enfrentar. “Un enemigo muy fuerte que se tiene que combatir es la secularización, que es que a toda la gente le da igual y se ve un marcado desinterés de Dios en todas las generaciones, es decir que lo han marginado de los hogares”, dijo el presbítero y al mismo tiempo agrega que “tenemos también que ver la realidad que viven nuestros países, que una donde hay muchas madres solteras, porque quizás el padre ha tenido que irse y conforma otra familia, dañando el ambiente familiar que ya tenía”.
El padre Rigoberto añade que los principales valores que se deben rescatar por el bien de este mandato de Dios la familia, son el amor, la paz, la justicia y la comunicación. Por su parte, Monseñor José Vicente Nácher, Arzobispo de Tegucigalpa, reconoce también que la familia atraviesa situaciones muy difíciles y en varias ocasiones no se hace nada para combatir estas realidades, por lo que realizó un llamado a las diferentes parroquias y movientes pastorales para poder todas estas situaciones que solo vienen a dividir. “Todos los grupos de la Iglesia, deben de tener siempre la iniciativa de proteger a la familia”, dijo.
Problemática
Otras situaciones que también laceran a la familia, son el mal uso de la tecnología, el desempleo, la migración, la pobreza. Para el sociólogo Armando Orellana, esta importante célula de la sociedad debe de ser fortificada y pensar en reconstruir este núcleo. “Me parece que la familia es una institución que debe de fortalecerse y no mistificarla, sino que verla siempre en términos realistas, conocer sus realidades en lo cotidiano y tratar de reconstruir las relaciones que están en precariedad”. Orellana también piensa que “las condiciones de este importante grupo cada vez son más precarias y más débiles en esta institución en la cual deberían de ser fuertes los lazos y vínculos deben de ser más estrechos”.
En uno de nuestros más recientes editoriales, expresábamos que “el ataque concertado y global que sufren la familia y el matrimonio en nuestros tiempos es particularmente preocupante, de ahí, la necesidad de fortalecer la relación más importante en el hogar, la del hombre con su mujer”. Finalmente sabemos que Dios llama a los hombres a que amen a sus esposas como Cristo ama a la Iglesia, hasta dar la vida por ella.
1 Inseguridad
Honduras figura como país de alto riesgo en el índice de riesgo INFORM y según “Insight-Crime”, revista investigadora, el país se encuentra entre los más violentos debido al narcotráfico, las pandillas y la corrupción, elementos que dañan a la familia.
2 Impacto
Los impactos de la violencia incluyen homicidios, feminicidios, desapariciones forzadas, restricciones a la movilidad y libertad, el uso, utilización y reclutamiento forzado de menores por las pandillas, extorsiones, desalojos forzados, despojos y el desplazamiento forzado.
3 Migración
El ingreso, tránsito y salida de personas refugiadas y migrantes integrantes de movimientos mixtos que se dirigen hacia el norte ha supuesto retos para las capacidades de respuesta en el país, muy especialmente en la frontera sureste, donde las mujeres, niñas y familias enfrentan restos muy difíciles.
Problemáticas familiares
Según estimaciones oficiales, más del 59 por ciento de la población vive en la pobreza y más del 32 por ciento en pobreza extrema, en su mayoría mujeres. El 20 por ciento de los niños y niñas sufre retraso en el crecimiento, en medio de una creciente inseguridad alimentaria y altos niveles de desigualdad y violencia. Todo esto afecta directamente a la familia.