El Kerigma: Trasmisión Pedagógica para Hoy

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Padre Bernardino Lazo, director nacional OMP

Desde una perspectiva pedagógica, trasmitir el kerigma implica un proceso formativo que reúna un ambiente adecuado, un progreso de doctrina sencillo y claro, además de apelar al diálogo que involucre la historia personal del evangelizado y el testimonio espiritual del evangelizador. Usando recursos físicos y/o digitales, se van desarrollando los siguientes postulados: Presentar el Amor de Dios Padre como fuente de todo: Un amor personal (ver Salmo 103, 13; Isaías 43, 3. 49, 15; Jeremías 31, 3) e Incondicional (ver Isaías 54, 10), porque quiere lo mejor para ti porque eres su Hijo (Efesios 3, 20; 1 San Juan 4, 19; San Juan 15, 16). Comprender que Soy Pecador: y por eso no puedo experimentar el Amor de Dios (ver Romanos 3, 23) El Pecado es no creer, no confiar ni depender de Dios; que provoca una lucha interna, con los demás y con Dios mismo que lleva a la Muerte. (ver Proverbios 8, 26, Jeremías 7, 19). Hay que proclamar que Jesús murió y resucitó por amor a cada persona: ¡Buenas Noticias! (ver San Juan 3, 16; San Lucas 2, 11; San Mateo 1, 21; 1 Timoteo 2, 5) Jesús te Salva: ¡Ya te Salvó! Con su muerte y resurrección (ver Romanos 4, 25. 6, 11; San Mateo 8, 17; Colosenses 2, 14. 1, 14). Invitar a una respuesta libre: conversión, fe y seguimiento: La Fe es confiar, depender de Jesús, Salvador, Señor y Mesías (ver Gálatas 2, 16a; 5, 6, Romanos 10, 9 – 13; 1 San Juan 3, 6). La Conversión es: Cambiar tu Vida por la de Jesús (ver 1 San Juan 1, 19; Apocalipsis 3, 20) ¡Proclámalo tu Señor! Enseñar que el Espíritu Santo capacita para vivir como discípulo misionero: Basta reconocer que lo necesitamos (ver Hechos de los Apóstoles 2, 33 – 36. 38b; San Lucas 3, 16; San Juan 7, 37; Apocalipsis 22, 17) ¡Pídele una nueva efusión de su Espíritu! ¡Dame, Señor, un Corazón Nuevo, un Espíritu Firme para vivir según tus sentimientos y no según los míos! Invitar a vivir en Comunidad: (ver San Juan 17, 21) El Plan de Dios es que vivas en Iglesia: Cristo es la Piedra Angular, Los Apóstoles son la Columna y la Virgen María nuestra Madre. (ver Efesios 2, 20. 4, 13; Romanos 12, 5 – 6). No basta con saber del kerigma; es necesario experimentarlo y permitir que transforme el corazón. La pedagogía kerigmática inicia con el testimonio, continúa con la proclamación explícita y culmina en la conversión personal. ¡Que el kerigma resuene, arda y transforme; porque en Jesús, todo ha sido dicho y todo comienza de nuevo!

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