Honduras vive un tiempo de gracia y bendición con el Año Jubilar Mariano que nos recuerda el 275 aniversario del hallazgo de Santa María de Suyapa. Este tiempo se caracteriza por la alegría, el gozo de sentirse acompañado por la madre del Señor que en Honduras quiso llamarse Suyapa. Estos días de penitencia, son momentos de sobriedad y recogimiento espiritual que nos llama a vivir el perdón. Ante estos acontecimientos, surge la inquietud, de cómo ser parte de este tiempo de alegría en la Cuaresma.
Misericordia
Para responder esta inquietud, es importante recordar las palabras de San Juan Pablo II en su histórica visita, en aquel tiempo, al Santuario de Suyapa. En ese momento, el Papa nos recordó que “El nombre de la Virgen de Suyapa tiene sabor de misericordia por parte de María y de reconocimiento de sus favores por parte del pueblo hondureño”. Es por ello que la cuaresma y el Jubileo Mariano, invitan a no pasar indiferente ante el sufrimiento del prójimo y a actuar siempre con amor, así lo hizo la Virgen María cuando compartía con Jesús la fiesta de las bodas de Caná.
El Padre Rodolfo Varela, Párroco de la comunidad Nuestra Señora de la Visitación, recuerda que un año jubilar es un tiempo de gracia y desde el Antiguo Testamento, durante este periodo se obtiene el perdón, la reconciliación y la conversión. “La Cuaresma nos invita a convertirnos a acudir al sacramento de la Reconciliación, que forma parte del Año Mariano. Un Año Jubilar va de la mano con el proceso de conversión de la Cuaresma” dijo.
Prácticas
Abrahán Gálvez, seminarista de la arquidiócesis agrega que “Al momento de visitar la Basílica de Nuestra Señora de Suyapa, podemos tener en cuenta la espiritualidad mariana con tinte cuaresmal, aprovechando por ejemplo el Vía Matris que son los siete dolores de María, los Misterios Dolorosos y los cantos que hagamos también vayan orientados en ese sentido”.
La campaña de evangelización de este año ofrece en su reflexión teológica, una doble temática en relación a la Virgen María sobre la conversión y el servicio. Para el padre Juan Carlos Martínez, párroco de la Catedral Metropolitana, vivir el Año Jubilar Mariano en esta Cuaresma, es para hacer vida los valores de conversión y servicio. “Que sea un tiempo propicio para acercarnos a Dios, servirle con alegría y estar atento a las necesidades de los demás”, finalizó.
