El Jubileo 2025 es un tiempo para redescubrir la misericordia

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El Jubileo 2025, declarado por el Papa Francisco como un “Año Santo de la Misericordia”, se presenta como una oportunidad única para los fieles de todo el mundo y en particular para los hondureños, de acercarse a Dios, experimentar el perdón y ser verdaderos peregrinos de la esperanza. Este tiempo de gracia llama a una profunda reflexión sobre nuestra relación con el Señor, nuestra manera de vivir y la urgencia de volver al camino de Jesús. El llamado a la misericordia tiene un eje central: el sacramento de la confesión, marcando la importancia de reconocer nuestra condición de pecadores para emprender una transformación espiritual que nos conduzca a la esperanza.

El Vicario General de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, el Padre Patricio Larrosa, explica que “El Año Santo es una gran oportunidad para pasar por esa puerta que es Jesucristo; es una invitación a disfrutar desde ya un poco del cielo, porque tanto nos hace falta; este Jubileo es un regalo para entrar por los caminos de Jesús y hallar la vida eterna, nuestra gran esperanza”.

Llamado

El Jubileo no solo busca un acercamiento individual con el Señor, sino también una transformación social basada en el perdón y la reconciliación. El Padre Larrosa recuerda la parábola del hijo pródigo, un ejemplo claro de cambio y regreso al Padre. “El hijo pródigo se dio cuenta de que la vida entre los cerdos no era para él; cuando comprendemos que estamos hechos por Dios y para Dios, damos un giro hacia él”, enfatizó.

El Vicario de la Catedral Metropolitana San Miguel Arcángel, el Padre Simón Fu, coincide en que la misericordia es clave para sanar tanto el espíritu individual como las heridas sociales. Según el Padre Fu, este Jubileo bus- ca la reconciliación y la paz como pilares fundamentales. “En nuestras comunidades hay disputas y divisiones que reflejan el estado actual de la sociedad. Este año es una oportunidad para reconciliarnos entre padres e hijos, entre grupos parroquiales y también dentro de la sociedad”, afirmó. “Solo reconociendo nuestras enfermedades espirituales y las divisiones que nos afectan podremos sanar como individuos y como sociedad”, expresó el Padre Fu.

Gracia

El Jubileo 2025 nos invita a redescubrir la esencia del cristianismo: la misericordia de Dios. En un mundo fragmentado por divisiones, conflictos y desesperanza, este Año Santo es una oportunidad para volver al Señor, experimentar su amor y trabajar por la paz. La misericordia, como enseñó el Papa Francisco, no es una idea abstracta, sino una experiencia viva del amor de Dios que nos transforma y nos envía a ser testigos de ese amor en el mundo.

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