El Instituto Sagrado Corazón: Llevando Almas A Jesús Desde 1930

La educación católica en el corazón de Jesús en nuestro país se ha venido escribiendo en la historia desde hace casi cien años

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La devoción al Sagrado Corazón de Jesús, se ha hecho presente en la historia de nuestro país a través de fieles que han confiado a su manantial de misericordia sus más profundos anhelos, tal es el caso de la señora María Luisa Herradora Alcántara, profesora y escritora, quién bajo el patronazgo del Señor, se organizó para responder a la necesidad de un centro privado de segunda enseñanza para señoritas, naciendo así el Liceo Hondureño del Sagrado Corazón en febrero de 1930 que años después pasaría a llamarse Instituto Sagrado Corazón de Jesús (ISCJ) “Liceo Hondureño”

Historia

El Instituto Sagrado Corazón es un centro educativo católico, bilingüe y mixto dirigido por la congregación religiosa, Oblatas al Divino Amor, que fieles al carisma de su fundadora la Madre Margarita Diomira Crispi, desarrollan la misión educativa con amor y oblación a Dios que es trino y uno en un ambiente donde se fomentan los valores del Evangelio.

Sor María del Carmen López, directora de esta institución, expresa que “Acercarse a la historia de esta prestigiosa institución y de cada una de las obras de la congregación, es palpar de forma inefable la misericordia y bondad de Dios que ha permitido que se escriba con letras de oro cada momento pese a las sombras que también han estado presentes, razón por la cual nuestros corazones enaltecen en gratitud a Dios que ha sido visible en nuestros benefactores, obispos, sacerdotes, docentes, padres de familia, estudiantes, exalumnas y todo el persona que ha contribuido con nosotros”.

Durante los primeros 16 años, la señorita Herradora, fue guía y eje de esta institución hasta que, por su quebrantada salud, decidió buscar una congregación religiosa para que continuara la obra, fue así como con ayuda del virtuoso e ilustrísimo. Monseñor Salvador Revelo, quien, en ese entonces, era capellán del Colegio Sagrada Familia en San salvador la honorable dama, conoció la congregación de las Oblatas al Divino Amor quienes desde ese momento se encargarían de continuar con este legado. Las religiosas llegaron a Tegucigalpa el 17 de abril de 1947 en una comunidad conformada por las religiosas sor María Fiallos, sor Carlota Molina y sor Margarita Gonzáles quienes se iniciaron haciéndose cargo del colegio conviviendo con la señorita Herradora Dios y así, las funciones de la Institución comenzaron para primaria y secundaria el 1 de mayo de 1947.

En un inicio, el Colegio se llamaba “Liceo Hondureño Sagrado Corazón” puesto que la fundadora deseaba que estuviera bajo la protección del Sagrado, pero al llegar las religiosas modificaron el nombre pasándose a llamar Instituto Sagrado Corazón de Jesús “Liceo Hondureño”.

Comienzos

La institución comenzó en la calle Morelos, avenida Cervantes, esquina que en la actualidad se encuentra Casa Alianza, pero en vista del crecimiento, se vieron en la necesidad de arrendar por varios años, diferentes edificios para primaria, otro para secundaria y también vivienda para las religiosas pero en 1953 se adquirió el terreno donde se encuentra el ISCJ actualmente y en 1955 se colocó la primera piedra pero fue hasta 1958, coincidiendo con los 25 años de fundación que se comenzó la construcción que con mucho esfuerzo y sudor se logró.

Asimismo, según sor María del Carmen la educación fundamentada en el Corazón de Jesús, les inspira e impulsa con la fuerza del Espíritu Santo para proyectarse al futuro con la certeza de que su gracia nos basta para hacer extraordinario lo ordinario y dar la mayor gloria a Dios que es el fin principal por el cual ejercemos nuestro apostolado.

Rafael Ricardo Rosales, educador de este colegio, expresa que el mayor fruto de la educación amparada por el corazón de Jesús, es la capacidad de configurar nuestra propia vida de acuerdo con la vida de Cristo en un proceso íntimo, asumiendo ese corazón como el símbolo por excelencia de misericordia de Dios. “¿Existe acaso una expresión más intensa que ese vínculo tan intimo entre la vida del Señor y de los creyentes que el acto de crecer en la gracia de Dios, devotos a su Santísimo Corazón? Quien vive en el amor de Dios no se cierra sobre sí mismo, y es en este núcleo donde resplandece la belleza del amor salvífico de Dios”.

Así es como a través de los años, bajo la protección del Corazón de Jesús, el empeño de las Oblatas al Divino Amor, benefactores y padres de familia, han sido una amplia gama de generaciones que las paredes y pasillos de esta institución han visto pasar y que, con los valores inculcados, destacan de manera íntegra dentro de la sociedad hondureña.

Visita de una santa

En cuatro ocasiones, la Madre Margarita Diomira Crispi, fundadora de la Congregación de las Oblatas al Divino Amor, visitó la nueva obra en Honduras. Su cercanía le permitía actuar siempre con intrepidez y bajo la dirección del Espíritu Santo acompañó de manera presencial a las hermanas en la construcción de esta institución. Las visitas de la Madre se dieron en los años 1947, 1953, 1957 y 1960.

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