Desde que somos niños, aprendemos en casa a cómo comportarnos y uno de los aspectos en que se debería de hacer énfasis en las familias, es a cómo autocontrolarnos y no reaccionar de manera impulsiva ante determinadas situaciones. Si esto no se aprende, tendremos en la adultez impases que pudimos haber evitado.
La psicóloga Kenia López, explica que el autocontrol los niños lo aprenden en casa. “De la actitud de los padres, por medio de la imitación y la manera de cómo actuar ante el estrés ellos, lo aprenden de los papás. Si el niño tiene un papá o una mamá o quien lo cuida que reacciona con un descontrol emocional, esa será la manera en que los niños van a ir aprendiendo a comportarse”.
Para que los padres enseñen el autocontrol, la psicóloga López, aconseja que ellos deben de ser el principal modelo de sus hijos, incluso solo con observar, absorben las actitudes. Un aspecto importante, es que los menores reciban afecto, pues esto libera hormonas anti estresantes.
Ejemplo
Paola Zavala, madre de dos niñas, nos comparte que “Desde que ellas son pequeñas, yo les he enseñado primeramente a identificar sus emociones, preguntarles por qué están alegres o están enojadas y aparte de identificar qué es lo que sienten, que lo expresen. Cuando eran muy pequeñas, hacía uso de lápiz y papel y les decía que me dibujaran como se sentían”.
La señora Zavala explica que “hay situaciones como por ejemplo cuando no se querían comer la comida o si querían algún juguete y las miraba que estaban haciendo rabietas, les decía que lo dibujaran, ya que de esta manera identifican sus emociones y esto ayudaba a tranquilizarlas”.
1 Habilidad
La psicóloga Flor Zavala, explica que el autocontrol es parte de un grupo de habilidades que permite a los niños y adultos manejar pensamientos, acciones, emociones y así poder realizar bien las cosas.
2 Emociones
Uno de los aspectos más importantes para el autocontrol en los niños, es darles un premio con algo que esté relacionado, sin olvidar elogiarlos. Pero es necesario no dejar de lado los límites y ser claros con ellos.
3 Comunicación
Algo que no se debe pasar por alto, es la comunicación entre padres e hijos, explicarles la situación siendo abiertos con ellos y no permitir que su intranquilidad se contagie a los adultos, ya que esto puede incrementarles su rabieta.