La devoción a nuestra Madre la Santísima Virgen María de Suyapa echó raíces muy profundas en la religiosidad y en el corazón del pueblo hondureño, desde ese 3 de febrero de 1747 en que fue hallada por Alejandro Colindres; a tal grado que su amor por la “MORENITA” ha contribuido a fortalecer nuestra verdadera identidad nacional. La historia de su hallazgo en 1747 tiene la belleza simple y sublime del acontecimiento en sí mismo, relata que Colindres, junto a otro niño, fue enviado por su madre a chapear unos potreros en El Piliguín y a su regreso a casa por la noche, el cansancio les hizo buscar un lugar para descansar y dormir, sin embargo, para Alejandro Colindres la noche no fue tan tranquila, pues había un pequeño objeto que no lo dejaba dormir y cada vez que intentaba deshacerse de él lanzándolo lejos, el objeto volvía al mismo lugar.
Colindres decidió guardarlo y a la mañana siguiente vio que el objeto era una pequeña pieza de madera tallada con la imagen de una mujer y que por la posición de sus manos, parecía una Virgen; se la llevó de regalo a su mamá quien la colocó en una especie de altar y desde entonces los fieles católicos veneran y celebran cada año el hallazgo de esa pequeñita imagen tallada en cedro oscuro, de apenas 6.5 centímetros de altura, con las facciones de una autentica y criolla mujer hondureña, en actitud de oración, rasgo que destaca y llama la atención.
Hoy 276 años después, los hondureños siguen viniendo a los pies de Nuestra Patrona, para recordar agradecidos, los incontables beneficios recibidos por su intercesión y protección maternal. Durante estos largos año son innumerables los relatos, de quienes la visitan cada año desde tierra adentro, de las incontables gracias recibidas e infinitas las misericordias que por sus manos, con sus cuidados maternales y por su intercesión han fecundado los corazones creyentes del pueblo hondureño. Es importante destacar que la celebración de este año adquiere trascendencia, al culminar el Año Jubilar Mariano con Indulgencia Plenaria y Bendición Papal otorgado por el Papa Francisco en ocasión del 275 aniversario del encuentro de un pequeño campesino con la Madre de Dios.
Gracias Especiales que fueron recibidas por todas aquellas personas que visitaron la Basílica Menor o que siguieron las celebraciones por otros medios entre el 8 de diciembre del 2022 al 3 de febrero del 2023 y que cumplieron con los requisitos de acercarse al sacramento de la Confesión, recibir la Sagrada Comunión y oración por las intenciones del Papa. Fue un año lleno de intensos sentimientos de amor a ¡la Virgen más guapa! que nos permitió escuchar la llamada del Espíritu Santo para caminar con mayor fidelidad en el seguimiento de Cristo, escuchar con más intensidad la Palabra de Dios y purificar nuestro corazón de todo pecado. Se inicia una nueva historia y no dudamos que bajo el manto protector de Santa María de Suyapa estaremos protegidos de todo mal.