Editorial | Nuestra voz: ¡No a las ZEDE por inconstitucionales!

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La oración es la forma en que nosotros, como cristianos católicos, nos acercamos a Dios, como una condición necesaria para ser conmovidos por el Espíritu Santo, iluminados y guiados por Dios; por esa razón los obispos inician haciendo una declaración de haberse reunido en asamblea extraordinaria y de haber pedido en oración la rectitud de intención en las reflexiones sobre la realidad de nuestro país, la forma incapaz de gobernar de las autoridades y visibilizar “La dolorosa incertidumbre, el miedo, la indignación que esta realidad despierta en los hondureños, que ven con desesperanza su futuro y el de sus hijos” que han podido constatar en su labor pastoral en medio del pueblo que les ha sido confiado.

En ese mensaje hecho público y leído por el portavoz de la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) el pasado miércoles 28 de julio, los líderes de la Iglesia Católica manifiestan clara y abiertamente que “Como pastores del pueblo de Dios, les preocupa que el Gobierno no escuche ni atienda las manifestaciones y pronunciamientos justos y fundamentados de muchas instituciones del país de gran importancia como la UNAH, la Asociación de Fiscales de Honduras entre otros que han manifestado su oposición a las ZEDE” por considerar que son perjudiciales, nocivas y dañinas para Honduras, ya que son áreas del territorio nacional sujetas a un régimen especial en las que los inversionistas estarían a cargo de la política fiscal, de seguridad y de resolución de conflictos, entre otras competencias, según se lee en la página web de la Secretaría de Desarrollo Económico de Honduras. Además en esa publicación la CEH, denuncian y manifiestan ser “testigos de la incomprensible y sospechosa insensibilidad e indolencia de las autoridades correspondientes y de la mayoría de los políticos del País, ante las voces que claman justicia y respeto a derechos tan fundamentales, como la defensa de la soberanía y la integridad de nuestra Patria” solidarizándose y uniéndose al pronunciamiento que de manera personal han hechos los Obispos en sus Diócesis al hacer eco de los reclamos de la sociedad civil exigiendo de forma pacífica la no implementación de las ZEDE, porque han sido creadas en abierta violación a la Constitución de la República y en perjuicio del ordenamiento territorial.

Por otro lado, los obispos declaran que no están en contra del desarrollo del país y solicitan a los miembros de la Corte Suprema de Justicia que “no se presten al juego político” del Congreso Nacional y que “mantengan su independencia, no plegándose a intereses contrarios al bien de la República” en un intento por apelar a los valores de patriotismo de hondureños bien nacidos de los Magistrados, ante “el recurso de inconstitucionalidad presentado la semana anterior por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) ante el poder Judicial, en el que solicita se declare inaplicable, con efecto derogatorio, el artículo 34 de la Ley ZEDE”. De tal modo que, la Conferencia Episcopal de Honduras ha activado las alarmas sobre el peligro e impacto que las ZEDE representan para los territorios, del impulso de remoción de volúmenes de recursos naturales que no son exportados en bruto y de las nuevas estrategias de despojo de tierras que impactarán en la vida de las comunidades y sus pobladores.

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