El camino vocacional en la vida religiosa, matrimonio, un oficio o trabajo, debe contar con un proceso sincero de discernimiento para descubrir qué es lo que Dios desea.
Cuestionar
Ante una vocación, la persona debe discernir para poder responder a la necesidad convocada, esto lo refuerza el padre Cesar Muñoz, párroco de la comunidad Santísima Trinidad, señalando que “Debemos de hacer buenas preguntas desde el contexto de la fe. La llamada que Dios nos hace a vivir la experiencia de encuentro con Él, marca nuestra vida, pero solo a través del discernimiento somos capaces de escuchar la voluntad del Señor”. Los cuestionamientos personales son vitales para buenas decisiones, el preguntarse por qué, para qué y cómo lo haré, son interrogantes que es obligatorio hacerse para descubrir el llamado.
Guías
El discernimiento es fundamental en una vocación, tanto antes de asumirla como en el camino de la misma. El padre Muñoz, también aporta que “grandes figuras han retomado esta experiencia como una necesidad de profundizar la llamada a la escucha, entre ellos los profetas, los santos, los padres de la Iglesia, entre estos personajes”. El presbítero destaca a San Ignacio de Loyola, quien se internó en la experiencia del discernimiento creando un esquema al que él llama movimientos o mociones del espíritu. Fray José Luis Mercado, párroco de la comunidad Santiago Apóstol de Lepaterique, apunta que “Es importante el acompañamiento espiritual, ya que da luces para que el vocacionado descubra a través de los signos personales, qué es lo que Dios le pide”.
Ejercicios Espirituales
San Ignacio, es uno de los grandes maestros espirituales en torno a reflexionar vocacionalmente. Retoma la experiencia de encuentro con Dios en el llamado y nos permite sentirnos amados y profundizar con un sentimiento de agradecimiento o gratuidad para encontrar sentido de plenitud y disposición para crecer