CEC: 2056: La palabra “Decálogo” significa literalmente “diez palabras” (Ex 34, 28 ; Dt 4, 13; 10, 4). Estas “diez palabras” Dios las reveló a su pueblo en la montaña santa.
La segunda palabra del decálogo es “No tomarás el nombre de Dios en vano”. Y esto implica:
- Reconocer que Dios no es una fuerza anónima, pues tienen un nombre.
- Respetar su nombre es decir, por respeto a la santidad de Dios no se pronuncia su nombre, se le dirige a Él como Señor.
- Agradecer que también podemos llamarle a Dios como Padre esto gracias a Jesucristo que nos enseñó a llamarle así.
- Llamar a Dios padre permite que seamos llamados hijos de Dios.
- Ser nombrados en el bautismo permite que Dios nos llame a cada uno por su nombre y a su vez ser amados personalmente.
- Santificar su nombre con nuestra vida y nuestra oración.
- Prohibir palabras de odio, reproche o desafio a Dios.
- Jurar en por Dios en falso es pecado mortal.
- Jurar por Dios es ponerlo por testigo de lo que se afirma y esto solo es licito si se hacer por la verdad, la justicia y necidad por ejemplo en un jucio o al asumir un cargo.
- Pronunciar el nombre de Dios solo ha de hacerse con el fin de bendecirlo, alabarlo y glorificarlo CEC 2143.
Estas “diez palabras” nos ayudaran a comprender y vivir mejor el segundo mandamiento de la ley de Dios.